Belén Echeverría y Ariel Ramos representaron a la Selección Argentina en sus respectivas ramas, durante el 3×3 de los Juegos Odesur. El equipo femenino terminó en el cuarto puesto del certamen que se llevó a cabo en Asunción, Paraguay. En tanto, el elenco masculino llegó hasta cuartos de final.
Obras Basket fue protagonista de una de las citas deportivas más importantes a nivel sudamericano. Esto se debió a la participación de una jugadora del plantel profesional femenino en el conjunto albiceleste. Así como tambien, la presencia de un integrante del equipo de la Primera Capital Masculina.
Belén Echeverría expresó la importancia de haber vestido la casaca celeste y blanca. «Para mí, fue la primera experiencia oficial en la que jugaba con la camiseta de la Selección Argentina. Fue una sensación inexplicable, un honor y orgullo. También, tiene que ver con el sacrificio y la entrega. Emocionada, desde que me puse el conjunto completo, sentí un montón de cosas hermosas en el cuerpo. Una vez que estás compitiendo, todo queda a un costado y salís a jugar», afirmó.
Ariel Ramos también dijo presente en el 3×3 de los Juegos Odesur. «Vestir la camiseta de la Selección Argentina fue un enorme orgullo, y también una gran responsabilidad, más en un Sudamericano. En lo previo al evento, mucha ansiedad, emoción y ganas de disputar el torneo. En el transcurso, traté de disfrutar cada minuto al máximo», contó quien anteriormente estuvo en el Desafío Internacional de 3×3 entre Argentina y Brasil.
Ambos se refirieron a los aspectos en los que se desarrollaron a lo largo del certamen de dicha modalidad. «Creo que el lunes fue una demostración de que físicamente, tanto en lo individual como en lo grupal, se puede dar siempre un poco más. Nosotros habíamos jugado el repechaje el lunes contra Bolivia, y después disputamos tres encuentros más. Lo cual en el 3×3 es agotador, porque son diez minutos intensos, de puro roce y físico. Partido tras partido nos hemos superado, tanto en lo individual como en lo grupal. Instancia a instancia que íbamos pasando, el equipo se ponía más duro. No existía cansancio ni dolor, sino que siempre mantuvimos la cabeza en el objetivo», explicó Belén Echeverría.
Por su parte, Ariel Ramos añadió: «Pude desarrollar confianza con el equipo y traté de aprender lo más que pude adentro y fuera de la cancha. Al mismo tiempo, intentar de transmitir un poco la experiencia en la disciplina a los más chicos. Lo importante que fuimos un grupo muy unido todo el tiempo».
También, ambos representantes de Obras Basket resaltaron los aprendizajes adquiridos durante los Juegos Odesur. «Aprendí mucho. Torneos de este calibre nos da un pantallazo de que tenemos que seguir trabajando, tanto en la parte física, el roce, como las mañas del juego en sí. Y poder replicarlo en la competencia interna en los torneos 3×3 que tenemos durante todo el año, para potenciarnos unos con otros y ser mejores», dijo Ariel Ramos, jugador de la Primera Capital Rockera.
Además, Belén Echeverría, capitana del elenco femenino, señaló: «Más allá del aprendizaje, nos llevamos una experiencia increíble y tremenda. Era mi primera participación con la Selección Argentina y en unos Juegos Suramericanos. Desde el día uno, todo estuvo excelentemente organizado. No nos faltó nada como equipo, como delegación, así que estoy feliz por eso».
Por último, los dos jugadores enumeraron los objetivos cumplidos con la Selección Argentina. «La participación del equipo ha ido creciendo partido tras partido. El que ve el primer juego que disputamos contra Paraguay, hasta el último frente a Colombia, se va a dar cuenta que tuvimos una evolución en cada encuentro. Mejoramos tanto individual como colectivamente. Y el habernos superado físicamente, habernos encontrado con equipos físicamente más grandes que nosotras y haberles hecho partido, dejó en claro nuestra evolución a lo largo del torneo. Como equipo dejamos todo, no nos guardamos nada, y esa fue nuestra recompensa», aseguró Belén Echeverría.
Asimismo, Ariel Ramos agregó: «El equipo hizo un gran torneo. De hecho, en dos juegos metimos 44 puntos, cosa que no es sencilla a este nivel. Los primeros cinco minutos del debut nos costó un poco, pero pudimos adaptarnos rapidamente al ritmo de juego, aro, cancha y supimos sacar los dos primeros encuentros jugando bien al básquet. Después, en cuartos nos topamos con el mejor equipo. Tal vez esperábamos encontrarnos más adelante con Brasil, pero se dio así. Hay que aprender y seguir trabajando para el futuro de la disciplina».
