En Obras Mové también nos importan los diferentes estados biológicos naturales del ser humano como el embarazo, la lactancia, la niñez, la adolescencia y la vejez. En este artículo, la nutricionista Gabriela Parentini explicó cómo se debe desarrollar la nutrición en el período de gestación.
El embarazo constituye una de las etapas de mayor vulnerabilidad nutricional en la vida de la mujer. Existe una importante actividad anabólica que determina un aumento de las necesidades nutricionales con relación al periodo pre concepcional. La desnutrición materna pre gestacional o durante el embarazo se asocia un mayor riesgo de morbimortalidad infantil, en tanto que la obesidad también constituye un factor importante de riesgo, al aumentar algunas patologías del embarazo, la proporción de niños macrosómDBT gestacional, HTA, Eclampsia, etc.
Los consejos nutricionales para la mujer embarazada han variado con el tiempo. Anteriormente, las mujeres eran estimuladas a tener modestos incrementos de peso durante la gestación y a consumir dietas hipocalóricas. En otros momentos, fueron incentivadas a “comer por dos”, lo que contribuyó a ganancias de peso excesivas, con mayor patología materna y fetal. Hoy comprendemos mejor las necesidades nutricionales durante el embarazo y el rol de los diferentes nutrientes específicos en esta etapa de la vida.
NECESIDADES NUTRICIONALES DURANTE EL EMBARAZO.
Durante el embarazo existe un incremento de las necesidades de casi todos los nutrientes respecto a una mujer de la misma edad, en una proporción variable que fluctúa entre 0 y 50%.
Energía. La necesidad adicional de energía, para una embarazada con estado nutricional normal se consideraba alrededor de 300 Kcal diarias. Estudios recientes demuestran que con frecuencia disminuye la actividad física durante el embarazo y el gasto energético por este factor.
En mujeres con bajo peso las necesidades de energía se incrementan en 300 Kcal en segundo trimestre y en 500 Kcal para el tercer trimestre. Se puede cubrir con dos colaciones al día
Proteínas. La necesidad adicional de proteínas se estima en 10 gramos diarios, cantidad que se puede satisfacer con dos tazas de leche adicionales.
Grasas. Deben aportar no más del 30% de las calorías totales. Es importante incluir ácidos grasos esenciales de la familia «omega-6» presentes en aceites vegetales y de la familia «omega-3» que se encuentran fundamentalmente en los aceites de soya, canola, y en alimentos como el pescado, almendras y nueces. Estos ácidos grasos son fundamentales para el buen funcionamiento del sistema utero-placentario, el desarrollo del sistema nervioso y la retina del feto durante el embarazo y del niño durante la lactancia.
Hierro. Las necesidades de hierro se duplican durante el embarazo y es prácticamente imposible cubrirlas con medidas dietéticas. Ello lleva a la necesidad de utilizar suplementos en forma rutinaria. Las principales fuentes de hierro son las carnes, leguminosas, algunos vegetales y pan y cereales fortificados. La leche Fortificada con hierro y zinc es insuficiente para cubrir las necesidades de estos minerales, pero colabora
Calcio. Las necesidades de calcio en el embarazo se estiman en 1.200 mg por día, cantidad difícil de cubrir con la dieta habitual de la mujer. Durante el tercer trimestre se produce un importante traspaso de calcio materno al feto, que si no es obtenido de la dieta es movilizado desde el tejido óseo materno, lo que puede tener un efecto negativo en etapas posteriores de la vida de la mujer. Existen algunas evidencias que el déficit de calcio determina mayor riesgo de hipertensión y parto prematuro. El uso de alimentos fortificados y/o suplementos es una alternativa para mejorar la ingesta. Las principales fuentes de calcio son los productos lácteos (leche, queso, yogurt, leche de almendras industrial)
Zinc. Su déficit se ha asociado a bajo peso al nacer y parto prematuro. Las principales fuentes de zinc son mariscos, carnes, lácteos, huevos, cereales integrales y pescado.
Acido fólico. También están aumentados sus requerimientos al doble, se necesita suplementación y las principales fuentes de ácido fólico son hígado, leguminosas, maní, espinaca y palta.
Está contraindicado el consumo de alcohol en todos los estadios del embarazo y la lactancia. En cuanto al café, se deberá disminuir su consumo a una taza al día, preferentemente liviano.
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