Todos los proyectos deportivos de Obras Basket inician con el trabajo que se realiza con las categorías formativas del club, desde los menores de diez años en adelante. Por eso, en la institución se le presta especial atención a los más pequeños jugadores de Obras, quienes están en plena etapa de desarrollo físico y emocional. Tanto en la rama masculina como femenina, el método de enseñanza es el mismo: el juego.
«Aplicamos mucho lo que son ejercicios de juego, todo lo que tiene que ver con la diversión de tener la pelota en la mano, para que los chicos se sientan cómodos y la pasen bien en los entrenamientos», explicó el profesor Agustín Diz Ríos, refiriéndose a su trabajo con los más chicos. En sus prácticas, ‘Pipa’ a veces aplica nociones de otros deportes, como el fútbol, vóley o sóftbol, y las aplica en el básquet. Según contó, esto tiene que ver con que a esas edades, los ejercicios muy técnicos son tediosos y difíciles de lograr.
Belén Echeverría, encargada del minibásquet femenino en Obras, explicó por qué es más fácil aprender jugando, sobre todo para los niños. «Uno de lo métodos más efectivo de aprendizaje es el juego, y para que se considere como tal, debe ser lúdico, divertido y debe plantear un problema donde cada alumna pueda resolverlo de manera creativa. Todo aprendizaje que adquirimos jugando queda fijado en la memoria de manera significativa», elaboró la capitana del equipo de Liga Nacional Femenina de Obras Basket.
A partir de los 11 o 12 años, se comienza a ejercitar los fundamentos técnicos del deporte, aplicados en los niños mediante la didáctica y el juego. Cuando llegan a U13, una categoría que ya se considera dentro de los niveles competitivos, los chicos empiezan a entender la parte táctica del deporte, dónde se deben parar y qué deben hacer. Una de las claves de los entrenamientos es que deben ser dinámicos e integradores.
El trabajo de formar jugadores con valores humanos y profesionales comienza en el minibásquet. Por eso, para Obras Basket, no hay nada más importante que asegurar el crecimiento y desarrollo de todos los chicos que acuden al club, aún antes de representar a la institución de manera competitiva.
