Luego de finalizar en la 12° colocación en la conferencia Sur de la Liga Argentina, Villa Mitre terminó su temporada al caer con Estudiantes de Olavarría por 3-1 en los cuartos de final en playoffs, tras derrotar a Petrolero en octavos. Dirigentes, jugadores y entrenadores coincidieron en que la campaña del Verde sobrepasó las expectativas que tenían antes de comenzar la campaña, para un club que nunca antes había jugado en la categoría. Una de las claves para el éxito de Villa Mitre fue el acuerdo estratégico con Obras Basket, que, entre varias cosas, le permitió jugar de local en El Templo del Rock, y sumar jugadores aurinegros a su plantel, mediante un préstamo.
Así fue que, durante toda la temporada, Santiago Ibarra y Francisco Barbotti vistieron la camiseta del conjunto de La Paternal. Más adelante, llegaron Tomás Cocha y Bautista Galuccio al elenco dirigido por Federico Carbone. Cada uno de los cuatro jugadores, surgidos de las inferiores aurinegras, cumplió un rol distinto dentro del plantel.
Por su parte, Ibarra disputó los 48 partidos que afrontó Mitre en la temporada. Con varios partidos de titular, el oriundo de Baradero alternó entre las posiciones de alero y ala-pivote a lo largo de todo el año. Tras la llegada de Anthony Criswell, también a préstamos de Obras, pasó a jugar mayormente en el perímetro. Su papel fue el de aportar tiro externo, y cumplió con ello. Ibarra anotó 84 de sus 249 intentos de tres puntos (33%), y fue el máximo triplero del equipo. El ex Libertad de Sunchales tuvo una de sus mejores actuaciones en el juego tres de playoffs ante Petrolero, en el que convirtió 15 tantos. En la campaña, promedió 8.1 puntos y 2.0 rebotes, en 20.6 minutos por encuentro. Para Ibarra, de 19 años, fue muy importante sumar una experiencia profesional a su corta carrera.
Barbotti fue una de las piezas importantes del elenco de La Paternal, en el poste bajo. El nacido en Resistencia, Chaco, comenzó como titular, y cuando se sumó Criswell, empezó a rotar como suplente. El interno de 19 años fue de menor a mayor en la temporada. En su rol de relevo, encontró su mejor versión, y contribuyó de manera más relevante. Su momento más destacado lo vivió en el duelo ante Atenas de Carmen de Patagones como local, cuando metió el triple que definió el partido a favor de su equipo, en los segundos finales del tiempo suplementario. En 46 juegos, tuvo una media de 3.4 tantos y 3.7 recobres. Al igual que Ibarra, Barbotti necesitaba disputar minutos en un torneo competitivo, para ganar en experiencia y encaminar su carrera deportiva. Su activa participación con Mitre, fue algo muy grato para su desarrollo.
Tomás Cocha arribó al Verde luego de jugar el torneo Súper 20 para Obras Basket, en la Liga Nacional. Para el escolta, jugar la Liga Argentina significó una gran oportunidad de ganar protagonismo y demostrar su talento anotador. Arrancó irregular: llegó a convertir 29 puntos ante Gimnasia, pero luego bajó a seis unidades, con promedios de efectividad muy bajos. El jugador de 20 años comenzó a destacarse en los partidos finales de la temporada, cuando se consolidó como una pieza clave del equipo. Su habilidad para sacar provecho al uno contra uno fue muy valioso para los comandados por Carbone, quien le dio confianza y lo empezó a utilizar en los cierres de los encuentros. Finalmente, Cocha terminó el certamen con 8.4 unidades de promedio, 46% de efectividad en dobles y 34% en triples.
El último en sumarse fue Bautista Galuccio, jugador de las inferiores B de Obras Basket, quien a diferencia de los otros tres formados en el aurinegro, nunca integró un plantel de Liga Nacional. El entrerriano se ganó un lugar en el plantel de Liga Argentina de Villa Mitre tras buenas actuaciones en los juveniles del conjunto de Núñez, luego de recuperarse de una lesión en su hombro izquierdo y lo tuvo alejado siete meses de las canchas. Por la baja de Lucas Picarelli en los últimos juegos de la fase regular, y la necesidad de regular sus minutos, Galuccio tuvo acción como base de recambio. El armador es un jugador intenso, que defiende muy bien el perímetro y puede convertir en el aro contrario. Aún así, sus oportunidades fueron escasas: apenas pudo jugar en 11 partidos, en los que acumuló 11 puntos, tres rebotes y una asistencia en 63 minutos. Pese a ello, el jugador tuvo su primera experiencia en un equipo profesional, algo que se ganó a base de esfuerzo.