Rocío Bereilh integrará el Seleccionado que disputará el Mundial U17 en Minsk, Bielorrusia, del 21 al 29 de julio. La base de Mar del Plata, que fue reclutada este año por Obras Basket, regresó hace unos días de los dos torneos preparatorios que disputó el conjunto albiceleste en Francia.
Hasta el miércoles 18, la jugadora de 1m66 estará presente en algunos encuentros de las inferiores femeninas del aurinegro, ya que luego viajará a Europa con el objetivo de que la Selección logre un buen desempeño en la competencia.
Sin embargo, el presente de Bereilh es muy especial porque vestirá la camiseta de Argentina durante el Mundial U17, un gran paso en el desarrollo de su carrera basquetbolística.
– ¿Cómo fue tu reacción al saber que fuiste convocada para el mundial?
– Enterarme de que soy parte del plantel, me puso muy contenta y a la vez me generó un compromiso muy grande con mis compañeras y el cuerpo técnico. Todos juntos vamos a hacer el esfuerzo para llevar al país lo más alto posible. Creo que va a ser una experiencia única e inolvidable, quitando el resultado obtenido. Son los 16 mejores planteles del mundo, de los más de 90 que integran la FIBA. Es el sueño de todos.
– Antes jugaron unos partidos preparativos en Francia. ¿Qué experiencia obtuviste?
– Nos mostró lo que son los equipos europeos y aquellos con los cuales nos vamos a enfrentar. Sirvió para mejorar muchos aspectos del juego y chocarnos con los equipos que en realidad queremos medirnos. Fue una gira muy positiva en todo sentido.
– ¿Qué aspectos de juego sentís que le podes aportar al equipo? ¿Y cuál creés que hay que seguir trabajando?
– Creo que puedo aportar mucho al equipo en lo defensivo, además de mucha voluntad y garra. (Pero) todos los aspectos hay que seguir trabajándolos. En lo personal, voy a trabajar en la ofensiva para sentir más confianza, y así aportar más en cualquier equipo que me toque jugar.
– ¿Cuál es tu objetivo personal a lograr en el mundial? ¿Y cuál sería el colectivo?
– Mi objetivo personal es disfrutar de esta gran experiencia, terminar este proceso de hormiga que todos juntos hicimos, con buenas y malas pero llegamos. Colectivamente, desde el día uno fue dejar a nuestro país lo más alto posible y representándolo de la mejor manera. Quitando el resultado, somos un equipo que gritaremos todo gol como si fuera el que define el partido, defenderemos cada posesión como si fuera la última y nos tiraremos de cabeza a cualquier pelota dividida. Y sobre todo, vamos a apoyarnos entre jugadoras y cuerpo técnico porque eso es lo que nos llevó a estar entre los 16 mejores del mundo.