El equipo de Obras Basket regresó a Torrejón de Ardoz el viernes por la mañana, tuvo jornada libre por el resto del día y luego se reincorporó a los entrenamientos el sábado en un único turno largo, que incluyó trabajos técnicos y tácticos -con y sin oposición- a cargo de Gregorio Martínez, Javier Ielmini y Guido Fabbris, y físicos -incluyendo pesas- bajo la supervisión del preparador físico Rafael Lúquez.
La práctica en el Pabellón Javi Limones ya no tuvo al interno Lautaro Berra entre los jugadores disponibles, ya que tuvo que regresar a Buenos Aires por una lesión en la rodilla izquierda producida en el tercer cuarto del triunfo ante Porto, en Caminhas, por 71-67.
El conjunto aurinegro, que aún no conoce la derrota en el Tour Europeo (nota: venció en su debut, en Sarria, a CB Breogán por 76-65), se prepara para medirse en Yecla ante Murcia, el próximo martes 11 de septiembre.
ZURBRIGGEN: «TENEMOS SENTIDO DE PERTENENCIA»
El santafesino Fernando Zurbriggen gana minutos y confianza en el equipo aurinegro. Tras su despegue y consolidación dentro del equipo en la temporada pasada, el perimetral disfruta del presente que le toca vivir en Obras Basket.
«Todavía estamos encontrando la dinámica de equipo, sobre todo en el arranque de los juegos. El partido contra Porto fue realmente duro, muy físico y sin dudas pudimos comenzar mejor que en el debut ante Breogán. De todos modos, al cambiar de cultura, no es lo mismo España que Portugal, las condiciones de juego fueron otras. El ritmo fue diferente, los árbitros tenían otra forma de ver el juego, y creo que ganamos porque impusimos nuestro físico. El básquet portugués es más físico», señaló Zurbriggen sobre el triunfo ante Porto.
Una particularidad de ambos triunfos de Obras fue el espíritu, el temple y la calidad de reacción en momentos desfavorables. El equipo muestra carácter para sobreponerse a la adversidad y jamás baja los brazos, virtud que le permitió recuperarse con oportunismo de desventajas en el marcador.
«Es casi imposible encontrar equipos que jueguen los 40 minutos bien y mucho menos en una pretemporada», dijo Zurbriggen. «El grupo demostró que puede corregirse y adaptarse a los juegos en plena competencia, y eso es muy bueno. Tenemos que seguir ajustando detalles, esto recién comienza, pero tener esa reacción para sobreponernos a momentos duros es un plus», agregó.
Zurbriggen, quien se perdió el pasado Sudamericano U21 con la Selección Argentina por un esguince importante de tobillo, se muestra con el vértigo de siempre, pero aún siente que necesita seguir evolucionando para alcanzar la plenitud.
«Físicamente no estoy tan óptimo como yo creí que estaba. El hecho de lesionarme antes del comienzo de la pretemporada se siente, sin embargo tras el segundo juego aquí en Europa puedo decir que estoy tomando el ritmo deseado. Dentro de la cancha me siento cada día mejor y eso es muy bueno», señaló.
Quizás la particularidad en este Tour Europeo, y lo que viene de cara al Súper 20 y Liga Nacional 2018-19, es que Fernando convive con su hermano Alejandro en el mismo equipo, toda una particularidad para la competencia.
«Pienso que juego con mi hermano y eso me saca obligatoriamente una sonrisa. Ante Breogan tuvimos nuestro primer partido oficial juntos y creo que tendremos muchas oportunidades de aquí en más. Nos entendemos muy bien dentro de la cancha y eso es una ventaja. Dentro de las rotaciones, cuando quedamos emparejados podemos sacar diferencias por el conocimiento de toda la vida. Y más allá de lo específicamente deportivo, es una alegría tremenda poder jugar básquetbol profesional con alguien de mi familia».
Obras Basket posee siete jugadores procedentes de la cantera, todo un hecho significativo dentro del mundo del básquetbol. Algo que marca a las claras el éxito de un proyecto que viene dando frutos.
«El ADN Obras es lo que nos permite recuperarnos en los baches negativos. Lo que hace que fuera de la cancha los momentos sean únicos, que cuando estamos entrenando si alguno de nosotros no está bien el compañero de toda la vida es el que lo ajusta. Tenemos sentido de pertenencia y equipo. Los grandes grupos se construyen desde ahí», completó Zurbriggen.
