La salida de Pepo Barral por su torcedura de tobillo derecho en el partido de anoche ante Libertad significó un disparador que nos ayuda a entender más el rol que ha tomado Juan Pablo Venegas y Francisco Barbotti en la rotación de Gregorio Martínez.
Dos reclutados por Obras, pero en distintos momentos, que hoy se convirtieron en piezas claves dentro del funcionamiento del equipo de Liga Nacional. El base peruano llegó de Unión Florida y luego de un paso fugaz por la Liga de Desarrollo, la competencia lo obligó a enfocar su participación únicamente en el plantel mayor. Primero por la baja de Fernando Zurbriggen en sendas ocasiones. Eso lo traslado a ser el segundo base del equipo, por detrás de Barral.
Luego del movimiento desafortunado del capitán, Venegas enfrentará los dos encuentros restantes del mes (15 vs Instituto y 17 vs Atenas) como base principal del equipo. El primero de marzo ante Boca, el aurinegro ya tendrá chances de contar nuevamente con su artillería pesada.
Sin embargo, estas urgencias no le han pesado a Venegas, en lo absoluto. El base ha tomado el desafío con una madurez envidiable, sabiendo del rol que ahora debe adjudicarse y las decisiones en cancha que esto incluye. Sin dudas serán grandes participaciones que ayudarán a incrementar sus promedios de 3.2 puntos, 1.5 rebotes y 1.4 asistencias en 10:30 minutos por partido. “Cada vez tengo más confianza por parte de mis compañeros y cuerpo técnico. Me hace sentir mejor que me ayuden, ya que puedo mejor lo que sé hacer, desde los entrenamientos hasta los partidos”, comentó días atrás.
Situación similar vive Francisco Barbotti. Pancho fue reclutado por Obras en 2013, con apenas 15 años. Pero el correr del tiempo le dio el protagonismo que se merece. Después de una gran temporada junto a Villa Mitre en la Liga Argentina, Barbotti retornó al plantel de Liga Nacional para ganarse el lugar. Y lo hizo luego de un buen paso por el #TourEuropeo. Sus participaciones durante el Súper 20 ayudaron a su presente en el equipo. A pesar de eso, su verdadero salto de calidad y la posibilidad de ser visto con otros ojos llegó en la derrota ante Regatas por 80 a 71. Si bien no fue triunfo, Obras peleó el partido gracias a 16 puntos (7 de 7 en cancha) y 7 rebotes. Eso le dio el espacio en el quinteto inicial y permitió admirar su habilidad para jugar sin pelota.
Pancho demostró que no todo son puntos en el básquet. Su capacidad de lectura de juego y movimientos defensivos y ofensivos sin balón, hizo que llegara a ser inicial incluso con varios jugadores desafiantes en la pintura de Obras (Anderson, Lockett, Rhett y Holton). Atendiendo las necesidades de turno, Barbotti ya es una pieza clave en la rotación dando lo mejor de sí en cada pelota que disputa.
