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Lo que dejó la Fase Regular de Obras

Obras Basket

A lo largo de la temporada 2018-19 de Liga Nacional, Obras Basket brilló por su juego de equipo, por encima de las individualidades. El equipo de Gregorio Martínez terminó sexto de cara a los Playoffs que comenzarán el 15 de mayo, pero protagonizó la lucha hasta por el segundo puesto en diversos momentos de la competencia.

Sin lugar a dudas, el rockero llega a la etapa definitoria en su mejor momento como equipo. Ya en enero, con la llegada de Holton, Gregorio cerró su equipo y, a partir de ahí, trabajó en conjunto. Obras sentó las bases, se definió como un equipo agresivo cuando corre la cancha y muy intenso defensivamente.

Con esa identidad y una marcada presencia en la pintura, los de Nuñez fueron líderes de la etapa regular en rebotes totales (38.1) y ofensivos (10.8). Por consecuencia, la habilidad de cargar el tablero en ataque lo convirtió en el máximo anotador en segundas oportunidades, con 11.7 unidades por juego.

Los puntos altos a nivel individual

Pedro Barral

Individualmente, el rol de capitán no fue casualidad. Pepo Barral fue amo y dueño del equipo cuando estuvo en cancha, haciéndose cargo de la base como nunca antes y rompiendo récords que lo llevaron, merecidamente, a ser el mejor base del año. Pepo fue segundo mejor asistente con 5.8 pases gol y se tornó en máximo asistente en la historia de Obras (945). Más adelante, el 8 de mayo, superó las mil ante San Lorenzo.

 

Eric Anderson

En el juego interno, Eric Anderson fue el mejor, con una presencia enorme. Su trabajo siempre fue silencioso, pero sus números hablan por sí solos. El americano promedió 14.3 puntos y 8.8 rebotes por juego. Además, tuvo buena compañía dentro de la zona, con el buen arribo de Holton y la siempre ayuda guerrera de Phillip Lockett.

 

Dion Dixon

Dion Dixon tuvo altibajos sobre el cierre de esta fase, pero sí se hizo cargo de los puntos de Obras tras la salida de Maurice Kemp en diciembre. El tirador rockero llegó a ser de los máximos goleadores de la competencia y anotó la máxima de la fase regular en la Liga, con 39 puntos (10-13 en triples) ante Boca, el 6 de febrero.

Los hermanos Zurbriggen también se hicieron camino al andar. Si bien Fernando tuvo que atravesar diversos problemas de lesión en sus manos, fue vital con su llegada desde el banco. Su energía y facilidad para refrescar a todo el equipo lo tornan en un arma de doble filo para dar golpes de efecto y romper esquemas. Por su parte, Alejandro siempre en figura fija para tomar lanzamientos, sobre todo en la esquina. El zurdo tiene buenos desplazamientos sin balón y aprovecha su momento dentro del quinteto inicial.

Lo dijo Gregorio Martínez y sus dirigidos lo apoyan en la actitud: son optimistas.

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