En el 2020 los desafíos se renuevan, al igual que para el Rockero. Obras Basket tendrá múltiples objetivos de cara al cierre de Fase Regular de la Liga Nacional 2019-20. Llegando a la mitad de la misma, el equipo de Gregorio Martínez cayó a la mitad de tabla y ocupa el 11° lugar con un récord de 5-6.
Un par de derrotas agónicas sobre el cierre de 2019 lo hizo llegar a esa posición, por lo que el inicio de año será una prueba de actitud para revertir la situación. Lo cierto es que se espera la vuelta al campo de Francisco Barbotti, baja por una lesión en su mano izquierda. Eso hizo que Obras juegue gran parte de lo que va de Liga Nacional sin ala-pivote, lo que limitó la rotación del equipo. Al salto salieron Emiliano Serres y Luca Valussi, con un trabajo digno para sostener los pesos pesados de la competencia.
De los 11 partidos disputados, el Rockero obtuvo cinco triunfos de los cuales dos fueron de local (ante Platense y Libertad). Allí se define uno de los primeros desafíos del año: generar mayor solidez en casa. En la temporada pasada Obras había hecho del Templo, un verdadero fuerte. Fue allí donde construyó su dinámica de equipo e hizo valer su presencia de local, que lo llevó a tener ventaja de localía en los Playoffs.
Los cierres de partido también serán un punto en los que Obras podrá dar el salto. Lo padeció ante Argentino, Peñarol y Olímpico en casa. Por lo que la presencia de Barral y su visión de juego son vitales para esas definiciones.
Justamente Pepo volverá a ser un hombre récord en enero. El base Rockero se convertirá en el jugador con mayor cantidad de participaciones con la camiseta del club. El capitán acumula 334 presentaciones con Obras Basket y se ubica en el segundo lugar, detrás de Eduardo Dominé (338).
Con la vuelta de Barbotti, el liderazgo de Barral y la explosión y juventud de Fernando y Alejandro Zurbriggen, Valussi y Berra, Obras Basket tiene todo para demostrar en esta Liga que el presente no es una casualidad, sino una causalidad del trabajo en la formación de jugadores.
