El minibásquet es siempre el comienzo de todo. Allí los chicos dan sus primeros pasos y, en su mayoría, se enamoran para siempre de este deporte. En el caso de Obras, los jugadores también empiezan a sentir a la institución de Núñez como un segundo hogar, y eso se nota en la actitud de cada uno de ellos, y aun más en quienes continúan en el club en los siguientes años, con la camiseta bien puesta.
Los entrenamientos de los rockeros comenzaron hace ya tres semanas, por lo que se va sumando una cantidad de chicos cada vez más interesante: hay nenes y nenas que ya formaban parte del club, y otros que llegaron este año. “La primera semana trabajamos mucho el tema de los fundamentos y la forma en la que queremos llevar los entrenamientos”, contó Agustín Diz Ríos.
“Los chicos se tienen que acostumbrar a entrenar como nosotros queremos y por supuesto a mejorar cada uno de manera individual”, explicó Agustín, entrenador de uno de los planteles masculinos, aunque cabe recordar que los entrenamientos son mixtos y que todos los profesores participan en la formación de cada uno de los jugadores.
El sentido de pertenencia es algo que resuena mucho en los playones de la Avenida del Libertador. Los chicos tienen contacto, a veces, con jugadores y jugadoras de la primera y de categorías mayores que llegan a entrenar y recorren el club. Además, en muchas ocasiones van a ver partidos, ya sea de La Liga Nacional masculina, de La Liga Femenina, o incluso de las primeras locales: “Nos gustan Pepo Barral y Fer Zurbriggen, que a veces viene con nosotros a jugar”, expresó un grupo de chicos de pre-mini cuando se los consultó por sus basquetbolistas favoritos.
Esta situación no es casual, sino que hay una búsqueda por parte del club. Los chicos son invitados a los partidos, y siempre entrenan con indumentaria del club: “El sentido de pertenencia intentamos plasmárselo desde la responsabilidad que tienen ellos con el club, y desde poder ir a ver un partido de Liga, de primera, o de inferiores. Que conozcan a nuestros jugadores mayores. Nosotros constantemente estamos transmitiéndoles el cariño que le tenemos al club. Los entrenadores, coordinadores y asistentes somos gente del club, y eso por supuesto que suma para poder transmitírselo a los chicos y que ellos sientan el club como suyo también”, aseguró Diz Ríos.
En concordancia con él, Jerónimo Rodrigo, asistente del minibásquet de Obras, admitió: “Queremos que los chicos vengan, que compren sus remeras, que vean los partidos de Liga, eso es muy importante. Que tengan el sentido de que es su club, y que juegan para su club”. Por otra parte, Eugenia López, mamá de Kiara Pérez, una nueva U12 del club, soltó: “Nos gusta ver básquet, pero no somos de mirar tanto, a los chicos les gusta más practicarlo. Igualmente, seguro que ahora que estamos en Obras nos vamos a enganchar para ver algún partido de Liga Nacional, básicamente porque nos gusta”.
