Obras Basket fijó un claro objetivo en las primeras dos ediciones de la Liga de Desarrollo Femenina. Se buscó abastecer al plantel profesional con jugadoras de las formativas.
El club de Núñez logró un avance en la temporada 2019 de la Liga Nacional Femenina. Es que hubo varias integrantes de la cantera que tuvieron minutos de juego con el equipo de la máxima categoría, como Agustina Marín, Rocío Bereilh y Julieta Pérez Costa.
Sin embargo, las oportunidades surgieron como parte de un proceso que inició hace un tiempo atrás. La primera campaña de la Liga de Desarrollo Femenina se rodó en 2018. Obras se presentó al torneo con un grupo de jugadoras que fueron creciendo a través de su participación en Inferiores y la Primera Capital.
Las rockeras obtuvieron los frutos del dinámico e intenso ritmo de juego, ya que terminaron la fase regular en el primer puesto. Cosecharon un récord de once victorias y tres derrotas, aunque en semifinal no hayan podido con Vélez Sarsfield.
EL MOMENTO DE LA PREPARACIÓN
Los de la Avenida Libertador eligieron a un entrenador del semillero, de cara a la campaña 2019. Con experiencia en la U19 Norte, la Primera Capital Masculina y la Liga 3×3, Sebastián Bracco tomó el rol de entrenador en el afán de continuar con el proyecto de las formativas.
La temporada estuvo compuesta por dos torneos. Tanto en el Apertura como en el Clausura, las aurinegras consiguieron una marca positiva en la primera rueda (cinco triunfos y tres caídas). Desafortunadamente, Vélez le impidió el pasaje a la gran final en ambas ocasiones. La primera fue en el Microestadio de River Plate y la segunda, en el Templo del Rock (al igual que en 2018).
De todos modos, Obras cosechó avances en el proceso de curtir a las jóvenes de las Inferiores. De hecho, las jugadoras siguieron teniendo una participación activa en la Liga de Desarrollo Femenina, mientras realizaban sus primeros aportes en el plantel profesional.
