La temporada de Obras Basket se dio por finalizada tras el anuncio de la Liga Nacional y la cancelación de la Fase Regular 2019-20, ante el avance del Coronavirus COVID-19.
Ante esto, la 14ta posición del Rockero en la tabla general lo alejó de la lucha por la definición. Con el cierre asegurado hasta la edición 2020-21, repasamos lo que dejó el año competitivo, en números.
Si bien el récord final fue debajo del 50% (11-15), Obras se destacó por diversos aspectos de su juego y tuvo varios puntos altos individuales durante la temporada.
Pedro Barral y Fernando Zurbriggen fueron los dos puntos más altos del equipo a nivel personal. Sus registros hablaron por ellos mismos al determinar la trascendencia que tienen en el funcionamiento del equipo de Gregorio Martínez.
Si bien Fernando alternó sus presencias entre la posición de base y escolta, el santafesino obtuvo muy buenos promedios. El sub-capitán registró 13.8 unidades por encuentro, 4.5 rebotes, 3.2 asistencias y 1.5 robos, en 26.3 minutos en cancha. Zurbriggen llevó la bandera de la intensidad y el ataque rápido para que Obras tome ese perfil como principal característica a nivel colectivo.
Pedro Barral fue el jugador dominante. Una vez más, el ex capitán fue trascendental para que Obras cambie partidos por victorias. Pepo fue goleador del plantel con 17.6 puntos y 5.6 asistencias por encuentro. Frialdad, visión y determinación, son algunos de los intangibles que llevaron su juego a otro nivel.
En la pintura, Raven Barber fue el más regular. El interno mostró toda su autoridad debajo del canasto con un sólido juego en el poste bajo y capacidad rebotera. Por eso mismo, fue el jugador con más tableros de la temporada de Obras, con un registro de 6.4. Además, sumó 13.6 tantos y 15.1 de valoración.
Luca Valussi y Lautaro Berra dieron una muestra más de crecimiento. Más allá que el alero chaqueño sufrió una lesión en la mano, su rendimiento individual fue sobresaliente. No solo por su capacidad anotadora (7.2 unidades en 18 partidos y un tiro a distancia certero desde la esquina), sino por su elasticidad para atacar el rebote. Luca aseguró 5.8 recobres por cotejo. Asimismo, Lautaro Berra tuvo su feliz regreso. Recuperado 100% de una lesión que lo alejó de las canchas por una temporada, el interno hizo un gran aporte desde el banco. Su juego de pick and roll con Barral fue vital para abrir espacios, y sus 7.2 puntos, siempre sumaron al goleo Rockero.
EL RENDIMIENTO COLECTIVO DE OBRAS BASKET
Como ya mencionamos, el ataque rápido fue el arma letal de Obras para marcar los tiempos de los encuentros. Sin embargo, el equipo de Gregorio Martínez mostró una nueva cara sobre el cierre de temporada. El cambio de defensa personal a zona 1-3-1 fue vital para dar diferentes golpes de efecto en los partidos. Esas modificaciones de Obras siempre giraron el rumbo y destrabaron situaciones adversas.
Como equipo, el plantel de Núñez lideró la competencia en cantidad de faltas recibidas y, en efecto, libres convertidos. Las alternativas de ataque siempre llevaron a Obras a situaciones favorables debajo del aro. Eso provocó 22.2 faltas sobre jugadores Rockeros, y 17.8 libres convertidos por partido.
