Miguel Ruíz llegó a Obras con la temporada iniciada para reforzar la zona pintada con su experiencia y roce internacional. Aterrizó en Buenos Aires tras la obtención de la medalla de plata de los Juegos Panamericanos Santiago 2023 y se transformó en el pivote titular para el quinteto de Peter Domínguez. Nacido en Caracas (20/12/1990), cuenta con un largo recorrido en la Selección de Venezuela, con la que llegó a jugar los torneos más importantes del básquet FIBA.
#LaLiga40 Puerta atrás de @PipeInyaco + pase de pique de Miguel Ruiz
Ejecución: 💯
Resultado: 2⃣+1⃣ pic.twitter.com/yVrdxWz3f9— Obras Basket (@ObrasBasket) December 5, 2023
Su carrera profesional arrancó oficialmente en 2012 con Trotamundos de Carabobo, el equipo de prácticamente toda su vida en su país. Con la organización conquistó múltiples campeonatos en los años más recientes y su rol en el combinado nacional, en el que debutó en el 2014, lo hizo acumular varias pasantías por Sudamérica incluidos cuatro pasos por la Liga Nacional antes de arribar al Rockero: Regatas (15/16), Libertad (16/17), Platense (19/20) y Gimnasia (20/21). También jugó en Uruguay y Brasil.
Se estrenó con la camiseta venezolana en el inicio de la «época dorada», siendo parte de los títulos del Sudamericano 2014, FIBA Américas 2015 y Sudamericano 2016, además de la segunda participación histórica para el seleccionado vinotinto en unos Juegos Olímpicos (Río 2016). A su vez, siguió fijo en el proceso de dos clasificaciones mundialistas, a China 2019 y Filipinas, Japón e Indonesia 2023, y el subcampeonato panamericano en noviembre de 2023.
MIGUEL RUIZ EN OBRAS
De momento ha disputado siete compromisos del certamen argentino, si bien sus actuaciones más destacadas se dieron en la primera ventana de la BCLA con seis puntos y 12 rebotes durante la victoria sobre Universidad de Concepción y cuatro tantos y 13 cristales en la derrota ante Franca. De hecho, fue el máximo reboteador (12.5 por partido) del torneo continental en las jornadas iniciales.
Trabajador, siempre a la orden del equipo y forcejeador como pocos, Ruíz rara vez figura en la planilla estadística, sin embargo, su aporte «invisible» por momentos marca diferencias y es bien valorado por cada uno de los cuerpos técnicos que lo dirigieron en su carrera. Generar segundas oportunidades, batallar de tú a tú con internos que normalmente lo superan en talla, poner pantallas y ayudar en la protección del aro, algunas de las tareas que está acostumbrado a hacer el «Sukhoi» y que cumple con la satisfacción de conocer mejor que nadie su rol.