El Minibásquet de Obras viajó el fin de semana pasado a Tomás de Rocamora, como parte del Miniencuentro Nacional 2024. En el mes de octubre, el conjunto de Concepción del Uruguay se acercó a la institución Rockera para compartir tres días con el semillero Aurinegro.
En esta ocasión, la cantera Rockera tuvo la oportunidad de viajar a la provincia de Entre Ríos para conocer las instalaciones de Tomás de Rocamora. Asimismo, volvieron a encontrarse con los chicos y las chicas del club de Concepción del Uruguay. Por eso, disfrutaron de una nueva posibilidad de potenciar la fraternidad entre ambas instituciones.
Cuando el Minibásquet de Obras llegó al club el viernes pasado, Rocamora le hizo una muy linda bienvenida al club con carteles, espuma y mucha alegría. Luego, se llevaron adelante diferentes juegos por categoría con el fin de arrancar el fin de semana con energía.
En la jornada del sábado, se llevó a cabo una maratón de partidos entre Rocamora y Obras, en las distintas canchas del club. Luego, ambas instituciones se trasladaron hacia las Termas de Concepción para vivir un día muy especial, conociendo uno de los lugares históricos de Entre Ríos. Y a la noche, el Minibásquet Aurinegro contó con el encuentro con jugadores del equipo de la Liga Argentina y participó activamente de un juego de baile con el semillero de Tomás de Rocamora.
En el día domingo, se realizaron encuentros al estilo jamboree (se mezclaron ambos equipos). Además, se hizo un almuerzo compartido, seguido de una entrega del recuerdo para concluir el último fin de semana de manera memorable.
LOS RECUERDOS DE ESTE VIAJE
Algunos integrantes del staff de entrenadores del Minibásquet de Obras contaron lo que significó este viaje a Tomás de Rocamora. «El viaje a Entre Rios fue una grata experiencia tanto para nosotros, los entrenadores, como para todos los chicos que participaron. Fue una actividad totalmente fuera de lo tradicional permitiendo otras vivencias», expresó Guido Ranalli.
Por su parte, Luana Falcone manifestó: «Puedo definir el viaje como una experiencia enriquecedora tanto en lo deportivo como en lo personal. Resalto varios aspectos claves: como una oportunidad de crecimiento; para que el equipo se enfrente a nuevos desafíos y se mida contra un club diferente, lo cual nos ayudará a mejorar como grupo y a aprender de cada experiencia. Tambén, la cohesión y trabajo en equipo. Más allá de la competición, el viaje nos permitió fortalecer el vínculo entre las jugadoras, trabajar en la unidad del grupo y fomentar un espíritu de colaboración que trasciende luego dentro de la cancha. Súper importante también y el que mas destaco es la diversión y motivación. Las nenas sabían desde un principio que era un viaje para disfrutar, desconectar del día a día y recargar energías».
A su vez, los entrenadores se refirieron a la forma en que experimentaron estos momentos especiales los chicos y las chicas. «Los chicos siempre afrontan estos eventos de manera positiva, donde sus comportamientos adoptan otras conductas siendo ellos totalmente libres para disfrutar entre ellos», afirmó Guido Ranalli.
También, Luana Falcone agregó: «Fuera del campo de juego, el viaje deja una serie de aprendizajes y experiencias que son fundamentales tanto para las jugadoras como para el equipo en general. Por ejemplo: el Fortalecimiento de la relación entrenadora-jugadoras. El tiempo compartido fuera del ambiente competitivo me permitió conocer mejor a cada jugadora a nivel personal, lo que fortalece la confianza y la comunicación dentro y fuera del campo».
Por último, el cuerpo técnico del Minibásquet de Obras destacó los momentos más inolvidables de este viaje a Tomás de Rocamora. «Ha sido una linda jornada en las Termas de Concepción con todos los chicos que disfrutaron y se divirtieron fuera de la cancha», resaltó Guido Ranalli.
Asimismo, Luana Falcone añadió: «El recuerdo que más me queda es la conexión fuera del campo. Esas pequeñas interacciones fuera de los entrenamientos o partidos, como compartir una comida, un momento de diversión o una conversación personal, son recuerdos que muchas veces se quedan grabados. La forma en que las jugadoras, como grupo, se conocen mejor, se relajan y disfrutan el tiempo juntas es uno de los momentos más significativos».