Cuando Eduardo Cadillac arribó a Avenida Libertador al 7395, ya contaba con la experiencia de haberse consagrado campeón en el Sudamericano juvenil de 1972 con la Selección Argentina. Obras, por entonces, buscaba armar un equipo capaz de darle batalla a los mejores del Mundo. En aquellos tiempos, por la carencia de organización del básquetbol local, los proyectos de la dirigencia Aurinegra eran vistos como una utopía. Pero el ‘Tola’ fue algo más que un refuerzo en búsqueda de un sueño irrealizable. Su picardía, astucia y energía forjaron el carácter de un plantel que fue sumando soldados con el paso del tiempo, como fueron Carlos Raffaelli, Esteban Camisassa o Carlos Romano.
El surgido en Deportivo San Andrés demostró sus cualidades por primera vez a nivel internacional en el Campeonato Sudamericano de 1975 en La Paz, Bolivia, donde el Rockero trajo un meritorio segundo puesto. Un año después, arribó a Núñez la Copa Renato William Jones, organizada por FIBA, del cual participaban los mejores equipos de nuestro continente y Europa. Obras fue la gran sorpresa del torneo, y entró al podio. Tras quedar en tercer lugar en el Sudamericano de 1977, El Templo del Rock volvió a recibir la William Jones en 1978. Pese al gran torneo de Cadillac y sus compañeros, el equipo se quedóa las puertas del grito intercontinental, al perder por sólo un punto en tiempo suplementario ante el Real Madrid.
Cuatro años pasaron hasta que el oriundo de Villa Ballester volvió a disputar un torneo internacional con el Rockero. Fue en el Sudamericano de 1982, en el cual Obras sumó un nuevo subcampeonato. Al año siguiente, se presentó nuevamente la oportunidad de la William Jones en el estadio de Avenida Libertador, tras un nuevo podio Sudamericano. El Aurinegro venció a Universidad de Oregon State en su primer desafío, pero Cadillac comenzó a sufrir algunas dolencias, que no le permitieron afrontar la copa en plenas condiciones. El base del equipo tuvo sus minutos disminuidos por el entrenador Flor Meléndez, quien ya había sufrido la baja de Raffaelli. El técnico puertorriqueño ajustó el equipo y utilizó al ‘Tola’ en los momentos clave, para que aporte inteligencia, juego y pacardía. Así, se impusieron a Monte Líbano (Brasil), Peñarol (Uruguay) y Simac Milano (Italia), para llegar a la jornada final a sólo un triunfo del título. Fue ante Cantú, el sábado 24 de septiembre, ante seis mil almas. Obras se lució ante el conjunto europeo, y Cadillac protagonizó una postal que se mantiene vigente hasta el día de hoy: el momento en que el capitán alzó el trofeo intercontinental.
Aquel momento glorioso lo coronó como uno de los máximos ídolos en la historia del club. Tras ello, continuó su carrera en San Andrés, y posteriormente en River, en la Liga Nacional de Básquetbol. Se retiró en 1992, pero regresó a Obras para ocupar el puesto de entrenador entre 1997 y 1999. En su segundo año al mando del equipo, consiguió una histórica clasificación a semifinales, pero perdió ante Independiente de General Pico. Su segunda etapa como DT comenzó en 2001, y una temporada después, quedó entre los cuatro mejores nuevamente. Se alejó de la dirección técnica del Aurinegro en 2004, aunque su carrera como entrenador continuó hasta 2010.
FOTOS: MARCELO FIGUERAS.