Obras Basket cerró un año duro. El equipo aurinegro no cumplió con el objetivo principal de entrar a playoffs. En una charla íntima con el experimentado Martín Leiva, quedó en claro la bronca y las ganas de revancha. “La Liga nos puso donde nos tenía que poner: fuera de la postemporada”, dijo el interno.
A Leiva se lo escucha triste, decepcionado, y en cada pregunta antes de contestar viene un suspiro que parece interminable, como no creyendo lo que sucedió.
-¿Qué balance hacés sobre la temporada de Obras Basket?
-El balance lo vengo diciendo en diferentes notas que me realizaron durante el año. Pienso que terminamos la competencia sin encontrar una regularidad. No solo hablo de regularidad en juegos, sino también en un mismo partido. Quizás tuvimos cuartos excelentes y otros muy malos. A su vez, fuimos un equipo que no encontró una identidad. Por momentos no se sabía a que jugaba Obras, y eso nos llevó a tener derrotas en partidos que eran ganables. La Liga nos puso donde nos tenía que poner, que es estar fuera de los playoffs. Tenemos un sabor amargo, porque hasta seis fechas atrás peleábamos una cuarta posición buscando tener localía, pero en los últimos partidos nos caímos a pedazos y no lo supimos superar.
-¿Cómo te sentiste en el club y en la cancha?
-Fui de menor a mayor. Tengo que agradecer la paciencia que tuvieronel cuerpo técnico, los jugadores y la dirigencia con mi recuperación. Si bien yo estaba bien físicamente, no es lo mismo entrenar con el equipo, el roce que te da eso. Mi miedo era no estar a la altura, pero me lo tomé con calma. En lo personal estoy contento. A pesar de mis 37 años sigo aprendiendo cosas, y esta temporada fue de mucho aprendizaje. Me quedo con eso como positivo. Claro que existe la bronca y la impotencia porque queríamos entrar a playoffs, porque era nuestro objetivo. Soy una persona que prefiere jugar mal y que el equipo gane.
-Fue un grupo humano que logró conectarse fuera de la cancha pero no así dentro. ¿Por qué sucedió eso?
-A veces no se da. No todo es dos más dos. Esto es un deporte. En ocasiones, el equipo está peleado y dentro de la cancha se lleva a la perfección y hasta logra ganar algo. No siempre los grupos unidos llegan a tener la misma química dentro de la cancha. Por otra parte, al principio de la temporada nos encontramos con un conjunto de gente muy joven y grande, pero logramos una buena relación fuera del campo, estuvimos siempre yendo hacia el mismo lado, inclusive en los entrenamientos, pero también hay otros factores que influyen. La realidad es que, mas allá de que exista la buena química fuera, tenés que funcionar en la cancha. Hubo mucho feeling, pero no logramos mostrar eso en los juegos, sobre todo ser un bloque ofensivo y defensivo.
-¿Estás con ganas de continuar con la camiseta aurinegra?
-Tengo un año más de contrato, pero primero me sentaré a hablar con el presidente Fabián Borro para saber si realmente estoy dentro del proyecto. Lo haré por respeto y por el cariño que le tomé al club. De más está decir que me gustaría estar y terminar mi carrera en Obras. Tengo ganas de revertir la situación de este año, y demostrar que estamos para cosas importantes.