Ignacio Narvaja es, en la actualidad, coordinador general del básquetbol femenino de Obras Basket y una voz autorizada, junto a Paula Reggiardo y Nicolás Modarelli, en el desarrollo de las Escuelas Deportivas del Club Obras Sanitarias.
«Trabajamos junto a alumnos del Instituto Obras para el desarrollo diario del Minibásquet femenino. Cuando comiencen las prácticas pedagógicas, incluiremos alumnos para colaborar en el reclutamiento de jugadoras con condiciones para la práctica activa», dice Narvaja, quien además de ser entrenador tiene formación como profesor de educación física. «Esto es algo que vi en Europa y me pareció interesante y útil: hasta los jueces colaboran con la Federación en la búsqueda de jóvenes talentos. Todos participan en este proceso y los resultados positivos se multiplican».
Narvaja fue enviado por el Club Obras Sanitarias a España durante el receso del básquetbol de formativas para recabar información, recolectar experiencias, observar nuevos métodos de trabajo y realizar entrevistas con diferentes actores del básquetbol europeo.
«Fue una experiencia excelente y espero poder transferir lo vivido al club, mejorando algunos aspectos de la institución, ya sea de la infraestructura como de las formas de entrenamiento», dijo. «Un punto significativo es la infraestructura que ofrecen los clubes y los pabellones municipales, que están construidos con una cancha a lo largo y tres a lo ancho distribuidas dentro de la mayor. Al tener más aros, se multiplican de manera geométrica las posibilidades y se extiende la práctica de los chicos».
En un total de siete clubes visitados, Narvaja conoció Rivas Vaciamadrid, Estudiantes de Madrid, Alcobendas, Real Madrid, Juventud de Badalona, L’Hospitalet y Barcelona F.C.
«El pabellón de Estudiantes de Madrid tiene 12 aros que se pueden usar simultáneamente. El aprovechamiento de los laterales permite poner más aros y más chicos jugando. Es muy grande la cantidad de jugadores o jugadoras que practican la actividad. Hay acciones de la Federación para seguir captando chicos junto al básquetbol escolar, que tiene su propia liga y es la principal generadora de practicantes», apuntó.
«Es interesante la competitividad que tienen los chicos desde pequeños. Desde los 9 años, la Federación realiza un seguimiento exhaustivo de las posibilidades de cada menor y ya se empieza a trabajar en selecciones, en programas individuales, en diferenciación de talento en espacios de tres meses», agregó Narvaja. «La diferencia de los entrenamientos entre Madrid y Barcelona son muy marcadas. En Madrid, las prácticas son bastante habladas, en Barcelona apuntan más al trabajo de fundamentos, algo que se asemeja mucho a los que hacemos nosotros en Argentina».
En cuanto a las canteras, algunas instituciones apuestan a la beca y el reclutamiento, como es el caso de Barcelona, con 13 becados, y Real Madrid, con 16. En L’Hospitalet priorizan llevar a cabo informes a futuro para posibles reclutamientos del club. «Para llamar la atención realizan distintas acciones, como calendarios con fotos de los equipos, usan las prácticas del terciario para dar clases de básquet en las escuelas y, de este modo, buscar talentos», explicó. «Cada categoría tiene su propio entrenador y ni siquiera se plantea repetir ya que los horarios de cada categoría son muy diferentes y eso imposibilita la repetición. La posibilidad de trabajo individualizado mejora a los jugadores y construye una experiencia significativa que enriquece».
Narvaja se encuentra trabajando en la actualidad como coordinador general del básquetbol femenino y es entrenador en jefe del equipo que competirá en la División de Honor de la AFMB. A su vez, comparte y ejecuta, como parte de la pirámide de trabajo, lineamientos que apuestan al desarrollo de jugadores con proyección en ambas ramas, algo que se especifica dentro de la política de cantera de Obras Basket.
