El pasado viernes Obras Basket recibía a La Unión en #ElTemploDelRock, cerrando su mes de competencia como local. Además, el aurinegro daba inicio a su Campus de Verano 2019, con un gran despliegue que incluyó sesión fotográfica, partido profesional, charlas con invitados de lujo e interacción constante con el plantel de Liga Nacional.
Javier Ielmini, Francisco Pirani, Emanuel Fernández, Ayelén Cortez, Lucas Benítez, Agustín Diz Ríos y Sebastián Bracco, bajo la coordinación de Ignacio Narvaja, fue el Staff Técnico que acompaño a los chicos durante sus intensas cuatro jornadas de trabajo.
A lo largo de los días, se formaron a las próximas estrellas del básquet profesional en fundamentos, técnica de tiro, postura defensiva, defensa sin balón, definición, físicos, pase, ataques rápidos y demás.
“Es muy lindo poder transmitirles a los chicos lo que uno trabaja. Me incentiva que la institución esté metida en esto. También, es darle otro punto de vista, porque suelen ver a talentosos como Stephen Curry. Pero es demostrarle que hay otras cosas que se pueden hacer (dentro de la cancha)”, señaló Phillip Lockett.
Pero no todo se redujo a la mera práctica basquetbolística. Las horas de actividad estuvieron acompañadas de charlas a cargo de profesionales en distintas materias. Redes sociales, cuidado físico, alimentación y cuidado de lesiones instruyeron a los chicos, con puntos a tener en cuenta para sus posibles futuros en el deporte de elite.
Los jugadores de Liga Nacional aportaron todo el color en las primeras tres jornadas, pero la verdadera fiesta llegó en el cierre del campamento. Rocky, música, un balón gigante, streaming, plantel profesional como DT, árbitros, operadores de mesa de control y presentadores, gestaron la frutilla del postre para cuatro días inolvidables.
“Nada es imposible. Solo hay que proponerse las cosas y con trabajo y dedicación se llega a donde uno quiere. Yo hace 10 años que estoy en Obras y tengo el orgullo de ser el capitán del primer equipo”, cerró Pepo Barral, encargado de la base del equipo de Gregorio Martínez.
El broche de oro para una experiencia única. Cuarenta minutos (y un poquito más) de emociones en #ElTemploDelRock, un estadio mítico. Los chicos fueron protagonistas de un final de Campus que jamás olvidarán.
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