En el juego frente a Gimnasia de Comodoro Rivadavia, Pedro Barral cumplió 400 partidos en la Liga Nacional y todos con la camiseta rockera. El capitán, sinónimo de trabajo, perseverancia, compromiso y, sobre todo, sentido de pertenencia, batió su propio récord y continúa siendo el jugador con más encuentros disputados con los colores aurinegros.
Desde ya, hablar de Barral, es hablar de un pedazo de historia del básquet en Obras. Hoy en día, no solo es el capitán del equipo, sino también el referente absoluto de grandes y chicos. En el duelo de visitante con Gimnasia de Comodoro Rivadavia, cumplió 400 partidos en la mayor competencia de Argentina y todos con los colores aurinegros.
“Me hace acordar muchas cosas. Un camino con distintas experiencias, diversos procesos, equipos en los que integré, personas que fui conociendo, entre tantas cosas. Me hace ser consciente del paso del tiempo, cómo fui cambiando a medida que fueron pasando los años y llegar a esa cifra me hace mirarlo de una manera alegre”, expresó el base.
En estos tiempos de vínculos tan fugaces, sobre todo en el deporte, el sentido de pertenencia entre Barral y Obras es una excepción. El base llegó hace 14 años, con edad de infantil, y a partir de ahí no paró hasta ser el máximo referente del plantel de Liga Nacional.
PEDRO BARRAL, UN REPASO DE SUS PRINCIPIOS EN OBRAS
Pedro Barral dio sus primeros pasos en el club AFALP de Palomar. La gran oportunidad de comenzar a probarse en un ambiente más competitivo le llegó a los 14 años, luego de participar de un campus invitado por Bernardo Murphy, en ese momento entrenador de Obras. “A los tres días me llamó Nacho Narvaja para sumarme a las inferiores. No dudé nunca en tomar la decisión. Fue difícil porque era un poco lejos de casa, pero mis viejos me apoyaron siempre con mi elección. Mi viejo me iba a buscar a todos lados. Gracias a ellos pude llegar a ser capitán de este equipo», les agradece.
Y agrega: «Venir a Obras fue salir de ese estado de confort, porque yo a dos cuadras de casa tenía mi club, mis amigos, mi vida. Tenía el colegio cerca, estaba cómodo. Pero bueno, la ambición de ser profesional pudo más. Por supuesto que nadie me garantizaba nada. Sabía que para crecer debía irme, sentía que ya estaba en un nivel distinto. Me quería probar con chicos del mismo nivel deportivo». Y ahí comenzó su largo camino, que desde ya queda por recorrer.
Debutó en la Liga Nacional el 6 de enero del 2011 contra Boca. Fue parte del equipo campeón de la Liga Sudamericana en el mismo año y jugó la Liga de las Américas.
El entrenador Gregorio Martínez, manifestó unas palabras, que reflejan el tipo de ser humano que es Barral: “Pepo es ese tipo de personas que querés y deseás que siempre le vaya bien”.
EL ÍDOLO DEL CLUB
Con su estilo de juego, su inteligencia en manejar los hilos en cada ofensiva, los más chicos y chicas, lo toman como un ejemplo a seguir. Pero todo ese talento no vino solo, sino que fueron y son muchas horas de dedicación y siempre superándose para dar el máximo ya sea en la cancha como jugador, como en el vestuario con sus compañeros.
¡Salud capitán! Por muchos partidos más con estos colores.