Steven Spieth se adapta a Buenos Aires y a la competencia. Con buena relación con sus compañeros, el foráneo trasmite energía en el día a día. Contó sobre la visita de su padre, su presente en Obras Basket y su amistad con el español.
¿Cómo es tu presente en Obras?
Tuvimos unas semanas de relajación y entrenamiento, por lo que me siento más cómodo y afianzado. Esta semana hemos cambiado de entrenador y, hasta el momento, todo está bien. Hemos practicado nuevas ofensivas que, pienso, serán muy efectivas durante la Liga Nacional.
¿Para qué sirve este tiempo de entrenamientos, sin competencia?
Creo que es muy importante. Claramente no hemos terminado el Súper 20 de la manera que esperábamos pero nos ha dado tiempo para abrirnos de la situación, pensar en lo que hemos hecho mal y trabajar sobre eso. También reforzamos en lo que habíamos acertado. Progresamos y queremos seguir avanzando para comenzar la temporada de la Liga de la mejor manera.
¿Con qué estilo se encontrará la gente cuando retorne la competición?
Creo que seremos un gran equipo. En el arranque de la temporada hemos demostrado que podemos jugar bien. Luego sufrimos problemas en nuestro juego y la baja de Pepo (Barral), que lo mantuvo fuera de la acción. Aprendimos de nuestros propios errores y sorprenderemos en unas semanas.
Fuera de Obras, ¿cómo está tu vida en Buenos Aires?
Estoy muy cómodo en mi departamento, los chicos son geniales. Mi padre vino durante unos días hace unos fines de semana atrás, entonces fuimos a San Telmo, Puerto Madero y a recorrer la ciudad entera. Generalmente la estoy pasando muy bien.
¿Cómo ha sido recibir a tu padre y poder ser anfitrión de tu familia en Argentina?
Es genial. Toda mi familia vendrá en algún momento durante la temporada, tal vez más de una vez. Pero mi padre quiso venir hasta aquí para ver cómo está todo antes del receso de fin de año. Para mí es algo muy bueno, ellos siempre han sido un gran soporte y siempre me han acompañado. Incluso cuando debían cruzar Estados Unidos para verme jugar en la Universidad, ellos iban casi todos los partidos. Tengo una gran familia y eso me enorgullece. No deberán preocuparse con el calor Argentino, que no se acerca al Texano.
¿Cómo está tu español?
Todavía está allí. Yo digo que soy el mejor americano del equipo hablando español. Soy el que más habla porque el resto no lo consigue. Intento entender cada día más, aunque debo trabajar mucho para poder explicarme mejor.
¿Cómo es tu relación con los compañeros?
La relación es excelente. Todos me ayudan mucho con el español, quiero conseguir aprenderlo por mi cuenta pero ellos son sensacionales. Hemos entrenado de gran manera los últimos días, sin ser egoístas en el juego. Fuera de la cancha no tengo problemas con nadie y disfruto mucho.
