Los Preparadores Físicos son una base más que fundamental para mantener activos a los jugadores. Tanto el profesor Rafael Luquez (encargado de la Liga Nacional), como Ramiro Cornejo (el de las Inferiores), cuentan cómo arman los trabajos y las rutinas diarias.
Rafael Luquez está transitando su segunda temporada como Preparador Físico de Obras Basket. “Lo primero que se evaluó fue dónde iban a estar viviendo los jugadores (casa, departamento o pensión del club), qué espacio tenían y con qué elementos contaban. Luego, se tomaron en cuenta las evaluaciones físicas realizadas en el transcurso del torneo. A partir de esos puntos, se desarrolló un plan de cinco a seis días, que se dividió en dos partes. Una que se realiza de forma grupal vía zoom, a la mañana, y otra en el turno tarde en la cual trabajan individual su propio plan, direccionado a trabajos de fuerza con los elementos que tienen en sus casas. Algunos pudimos darles elementos del club, como bandas, y otros poseen elementos propios (bandas, colchonetas, pesas, entre otros)”.
ACERCA DEL TRABAJO DE EQUIPO
“La idea del trabajo en conjunto (zoom) es poder tener una actividad todos juntos. Es un espacio que me permite corregir ejercicios, aparte de podernos ver y sociabilizar entre nosotros. En este bloque se realizan actividades como hit, tabatas o circuitos aeróbicos, con el objetivo de poder mantener o que no decaiga la condición física de cada uno de ellos”, comentó Luquez.
PROYECCIÓN DE CARGAS
“Por la tarde, tratamos de que los jugadores estén activos y pierdan lo menos posible su condición física. Es difícil cómo programar en estos momentos porque no se sabe bien cuándo comenzará la Liga y su desarrollo a futuro. Es por esto que cada dos semanas vamos ajustando cargas, tomamos algunos parámetros de cómo percibieron el trabajo dado y desde ese punto vamos desarrollando la progresión”, dijo Rafael.
Y agregó sobre la predisposición de todos los chicos: “Estoy muy contento con el grupo. Tienen muy buena disposición ante lo que propongo y la forma que estamos trabajando. Si bien esta modalidad es atípica, se pudo lograr una forma de trabajo nueva, que con la ayuda de la tecnología se hace más fácil”.
LAS INFERIORES TAMBIÉN TRABAJAN A DIARIO
Ramiro Cornejo forma parte del club rockero desde hace cinco años. Se encarga de la preparación física de los jugadores de las formativas y combina diferentes actividades para ellos.
“Estoy sorprendido por cómo lo venimos llevando. A la hora de preparar las rutinas, tengo en cuenta el desarrollo del jugador y el grupo en el que se encuentra, modificando el volumen, la intensidad y adaptando las ejercitaciones según corresponda. Obviamente, se hace difícil porque creo que ninguno estaba preparado para dirigir o programar una practica desde la pc, pero es llevadero”, comentó.
El oriundo de Pergamino se refirió a la preparación de los entrenamientos: “La idea del trabajo físico es mantener activo a los jugadores, dándole la posibilidad de tener un contacto, una guía y que sepan que no están solos. Con respecto al contenido de la clase, intento replicar a través de circuitos intermitentes (mayormente con pausas incompletas) lo que sucede dentro de la cancha en un entrenamiento o partido. Ese es uno de los objetivos principales».
También, Cornejo añadió: «Los ejercicios son variados, pero hay una base importante de polimetría y fuerza con el propio peso, fundamental. La realidad es que hay que improvisar con cualquier elemento, una silla, palo de escoba, toalla, lo que se te ocurra. Estoy a cargo de la parte física de la U13, U15, U17 y U19 (masculina), con ellos entrenamos tres veces por semana. Después, tengo el grupo de la Primera (local) y la Liga De Desarrollo, que hacemos un turno de físico a la mañana y luego de tarde tienen una rutina complementaria para realizar por su cuenta. A su vez, con este grupo incorporamos algunas sesiones posturales o preventivas con Joaquín García (Kinesiólogo), ya que es un aspecto que no podemos dejar de lado en tiempos donde uno prácticamente está sentado o acostado mucho tiempo».
