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La vida de Kemp en Buenos Aires

En siete encuentros, Maurice Kemp se perfiló como uno de los pilares dentro de la rotación de Obras Basket, por la gran cantidad de minutos que disputa (35.8 de promedio) y la importante cuota de puntos que aporta por encuentro (18.9). El ala pivote es una de las principales armas ofensivas que tiene el entrenador Carlos Romano, y quizás uno de sus jugadores más versátiles. Si bien se destaca en el juego interno, también posee una gran capacidad física que le permite correr en contraataque y dominar el balón en las alturas, donde captura 6.7 rebotes por partido.

El líder anotador y rebotero del conjunto de Núñez debe sus grandes actuaciones a su trabajo y dedicación fuera de las canchas. «Mi rutina (desde que estoy en Argentina) se basa en ir al gimnasio y entrenar», confesó el estadounidense, quien vive a pocas cuadras del club. «Me despierto a las 8 todos los días, me preparo un desayuno fuerte (con huevos revueltos, panceta y tostadas a la francesa) y voy a ejercitarme con mis compañeros. Regreso a casa con comida y descanso hasta las 17.30 que hacemos un entrenamiento en la cancha. Ceno afuera o llevo mi cena a mi departamento, y me relajo. Así suelen terminar mis días, me dedico de lleno a esto», expresó el número 2 del Aurinegro.

Sin embargo, aunque así lo exprese, no todo es trabajo para Kemp. En los ratos libres, aprovecha para hablar con sus familiares, quienes permanecen en su natal Miami. Allí viven sus padres, hermanos, y su hijo, Maurice III, quien visitó Buenos Aires el mes pasado, y lo vio jugar por primera vez en su corta vida. «Mi hijo va a cumplir tres años, desde que nació nunca me pudo ver porque siempre jugué lejos (Grecia y Líbano). Lo traje porque no son muchas horas de viaje y ya está más grande. Además (los dirigentes de Obras) arreglaron para darme un departamento en el que pueda tener una habitación para él. Le encantó, quería quedarse ahí jugando todo el día. Estoy agradecido por la oportunidad que me dieron desde el club», expresó y continuó. «Cuando tengamos un descanso planeo traer al resto de mi familia junto a mi hijo. Quiero que conozcan Argentina, sé que les gustará», agregó el jugador de 26 años.

Por cuestiones de tiempo, ‘Mo’ no ha podido recorrer mucho la ciudad. Según contó, apenas paseó por los alrededores de su barrio y fue a conocer un shopping cercano. «Cuando traiga a mi familia, espero poder mostrarles más. Sé que Buenos Aires es muy lindo y la gente es agradable», comentó. Otra cuota pendiente que tiene es con el español. «En Miami se habla mucho, todavía recuerdo algunas palabras. De a poco estoy aprendiendo, hay una aplicación de celular que me ayuda», finalizó Kemp.

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