Otra jornada de diversión, sonrisas y un poco de competencia se vivió en Obras Sanitarias. Es que el aurinegro fue el anfitrión del SuperMini Femenino, durante el día de ayer.
Desde las 9am, hasta pasadas las 17.30, cuatro equipos de la categoría U-12 se enfrentaron, adoptando los primeros conceptos de competencia. Pero, sobre todo, disfrutando de jugar y de hacer nuevas amigas.
“Lo que busca la Federación es darle una competencia más a las chicas del mini, con un toque más competitivo. Esta era la actividad que teníamos pendiente, porque ya lo habíamos hecho con el básquet masculino. El extra de que puedan jugar en el estadio principal es algo lindo”, admitió Ignacio Narvaja, coordinador del básquet del club.
Obras Basket, Unión Florida, Tristán Suárez y Centro Galicia fueron los protagonistas, acompañados por todos los padres. Los aros bajos para la categoría, la línea de libres y de 3pts. más cerca del canasto y todo el color de un día recreativo, puso el marco de un sábado de compañerismo e intercambio de sonrisas entre las niñas que formaron parte del evento.
Por el lado de las Rockeras, fue Belén Echeverría la entrenadora y Alejo Rodríguez su asistente, quienes. Sobre el evento, este último comentó: “Está bueno el encuentro porque sería un entrenamiento más para que las chicas se desarrollen como jugadoras. Se enfrentan contra equipos diferentes del torneo de la AFMB. También, es esencial que disfruten porque esto es lo lindo que tiene el básquet. De hecho, hicimos un parate para que todos los equipos almuercen juntos».
“La línea no es ganar partidos, más allá de que sea un inicio de competencia. Tener a Belén Echeverría como entrenadora es un aspecto a destacar. Ella es la capitana del equipo de Liga Femenina, por lo que es un modelo a seguir para las más chicas”, agregó Narvaja.
De hecho, para el gran grupo de padres que acompaño, aplaudió y disfrutó al compás de las niñas, también fue un acierto concretar este evento: “Les sirve a las chicas para jugar y formarse. Quizás, acá tienen un roce distinto al de la competencia cotidiana, entonces les permite crecer en lo deportivo. Además, es una jornada en la que juegan más de un partido. Desde el punto de vista de padre, es agotador (risas), pero acompañando viéndolas cómo juegan y se divierten», contó Fernando, papá de Ámbar Revsin.