Desbordado de alegría en medio del festejo al lograr el título y el ascenso a la Primera División de Honor, el entrenador de Obras Basket, Ignacio Narvaja, habló acerca del trabajo que realizaron junto a las chicas desde su llegada en plena temporada, la adaptación del equipo y el crecimiento como grupo.
-Tomaste la conducción de un equipo con la temporada avanzada, un hierro caliente, pero con trabajo y dedicación lograron el título…
-Sí, no sé si era un hierro caliente, sino una sensación nueva para mí. Tenía que tratar de adaptarme al juego y encima empezamos con la competencia de la Superliga, entonces los primeros dos meses la atención estuvo más centrada allí. Ya finalizado el certamen, nos abocamos de lleno al torneo local.
-¿Cómo fue la transición desde tu llegada, que hasta ese momento no habían alcanzado la victoria en Súperliga, aunque tenían buenas actuaciones en la competencia local?
-Para la Súperliga tuvimos otro equipo, con tres jugadoras extranjeras y cada una de las nuestras tomó un rol diferente con respecto al torneo local. Cuando yo dirigí los primeros dos partidos en la Conferencia de Ascenso los perdimos, pero nos fuimos adaptando, tanto mi estilo a ellas, como ellas a mi estilo. Las fui conociendo sobre todas las cosas, viendo qué podían dar cada una y nos armamos hasta el último juego, que a decir verdad es un equipo muy bueno y competitivo, que ganó los cinco partidos en el Hexagonal Final.
-Llegó el Hexagonal Final, en el que fueron paso a paso, el primer juego les tocó el único equipo invicto hasta ese momento, Presidente Derqui, ¿cómo se prepararon?
-Nosotros llegamos muy bien, tuvimos un freno en el calendario que nos hizo bien y lo utilizamos como pretemporada para medirnos con rivales de buen nivel, aceitamos algunos puntos, agregamos sistemas y en playoff jugamos realmente bien la serie ante Teléfonos, que les permitió llegar óptimas para el Hexagonal Final, no sólo contra Derqui. Específicamente, en ese primer juego, quizá pudimos aprovechar al máximo las ausencias que tuvo nuestro rival.
-Durante la temporada, tuvieron que sortear distintos obstáculos, como las lesiones, y adaptar al grupo a otra idea, ¿en qué punto se hizo fuerte el equipo tanto dentro y fuera de la cancha?
-Creo que las lesiones son parte del deporte y ningún equipo estuvo exento a ello. Tuvimos la fortuna que, en el momento decisivo, las chicas se encontraron en un estado óptimo tanto físico, técnico y anímico. Llegamos bien armados como equipo y con tiempo suficiente para poder entendernos entre todos para enfrentar los partidos de la mejor manera.