Las Inferiores masculinas de Obras Basket continúan desarrollando los entrenamientos semanales desde sus casas. Jugadores y entrenadores del semillero rockero contaron cómo van evolucionando en lo deportivo y grupal, con el correr de las semanas.
La U13 tiene una planificación de trabajo que busca contrarrestar las dificultades que surgen como producto de la cuarentena. Y los chicos demuestran estar comprometidos con la realización de dicho plan. “Fueron creciendo en hacerse un poco responsables de las cosas que tienen que hacer ahora. Ellos solos se tienen que levantar para abrir la computadora o el celular para hacer las tareas del colegio. Y lo mismo con los entrenamientos”, afirmó Agustín Diz Ríos, entrenadores del equipo de Preinfantiles que competirá en la Zona Centro del torneo de FeBAMBA.
También, dejó en claro que el cuerpo técnico está preparado para afrontar los imprevistos. “Si se corta el internet de alguno de los Profesores, como somos muchos entrenadores, estamos todos enterados de las prácticas y lo puede continuar cualquiera. Otro ejemplo es si los chicos no pueden asistir a alguno de los entrenamientos, subimos todos con videos explicativos y guiados a una plataforma llamada Classroom”, dijo el DT.
En cuanto a los U15 y U17 de la Tira Centro, se propuso que un jugador armara tres ejercicios de calentamiento en el inicio de la práctica. Al final de la misma, se designa a otro para que repita la iniciativa en la próxima. Matías Acevedo, uno de los Cadetes, resaltó el aspecto positivo de la movida: “Nos brinda una integración al grupo y conocimiento de ejercicios nuevos, o que por ahí no hacemos muy a menudo en el club. Los detalles de los ejercicios y el para qué sirven”.
En tanto, el coach de ambas categorías, Nahuel Curti, agregó: “En este tiempo hice mucho hincapié en los hábitos. El poder trabajar el hecho de conectarse al zoom como si fuera un compromiso y un entrenamiento más, avisar si no pueden asistir, la puntualidad y el respeto a los horarios. Actitudes en el día a día que estén relacionados con el club”.
POCO ESPACIO, PERO NO FALTAN OPCIONES PARA LAS INFERIORES
Es todo un desafío encontrar un espacio en casa que no prohíba el desarrollo técnico de los integrantes de Inferiores. Es por eso que el entrenador de los U15 y U17 que jugarán en la Zona Norte, Mariano Rocco, destacó los avances de sus dirigidos en el trabajo en lugares reducidos.
“Los chicos crecieron en el dribbling y lanzamientos, cosas que marcamos mucho en nuestras clases. Actualmente, estamos puliendo los trabajos de técnica y defensiva individual. Las posturas, los desplazamientos cortos y los diferentes tipos de bloqueo», explicó el coach.
Además, los U17 y U19 de la Tira Norte, y el conjunto de la Primera Capital, realizan los entrenamientos de forma conjunta. El DT de las últimas dos categorías, Sebastián Bracco, resaltó la actitud de los jugadores en esta etapa especial. «Le están metiendo unas ganas y una predisposición excelente para poder entrenar desde casa, cumplen con los horarios y las pautas», comentó.
Otro que elogió la responsabilidad de sus dirigidos fue Esteban Anfosso, entrenador de la U19 de la Tira Centro. «Conservaron el compromiso con la práctica, así como lo venían haciendo en las instalaciones del club. Entrenamos en dos turnos, a la mañana y a la tarde. Arrancamos a las 9.30 y ellos ya están levantados, listos para empezar. Habla muy bien de ellos, están más predispuestos y bien ubicados de que hay que mantenerse activos, par que no sientan tanta la diferencia cuando volvamos a la actividad», dijo.
Por su parte, Nicolás Schneider, uno de los Cadetes de la Norte, se refirió a la virtud que ayuda al progreso en cada semana. «Uno mismo va tratando de subir la intensidad de cada ejercicio que nos dan los entrenadores, y de esa forma aprovechar al máximo para mantener lo mejor posible el nivel individual», señaló.
Finalmente, Ilhan Gentiluomo, Infantil de la misma Tira, se expresó ante la prueba que está tomando este período de aislamiento social. «Fui avanzando porque, estando así, me di cuenta que extraño los días de salir corriendo del colegio para llegar a mi casa, cambiarme, tomarme el colectivo y viajar las dos horas para ir a entrenar. Avancé en ese pensamiento de tener la posibilidad de entrenar, compartir y disfrutar esos momentos con mis compañeros y entrenadores. Me sirve debido a que estoy juntando ganas para que, cuando volvamos a entrenar o jugar, ponga todo mi esfuerzo y no me guarde nada», aseguró.