Génesis Toledano, pivot de 17 años, se encuentra transitando su tercer año en Obras, esta vez en una circunstancia muy particular. La mendocina viajó, como la mayoría de las jugadoras de las inferiores rockeras, a su hogar debido a la interrupción de las actividades. Sin embargo, la cuarentena no le impide continuar con la actividad física y mantener el ritmo para, en un futuro ya sea cercano o no, volver a las canchas.
«Estoy llevando la cuarentena bastante bien», contó la campeona en inferiores con U17 y U19 en 2019, quien además es parte de los planteles de La Liga de Desarrollo Femenina y La Liga Femenina. «Las primeras dos semanas tuve que estar sola, porque mi mamá estaba internada en Mendoza Capital. Pero ya están acá así que estamos los tres juntos», completó.
A pesar de ser una etapa complicada, diferente, la compañía de su familia y su enorme esfuerzo le permiten adaptarse a una nueva rutina: «En la mañana tengo clases virtuales con la escuela y también hago trabajos que mandan. Con el club tenemos entrenamiento en la tarde, físico y también de manejo de pelota. Además casi siempre en la noche tenemos charlas con fisioterapeutas, nutricionistas, jugadores, coaching, etcétera», resaltó.
La idea del retorno a los entrenamientos y la competencia, si bien todo el mundo conoce las prioridades y las jugadoras están muy conscientes de ello, inevitablemente aparece: «Volver a jugar lo puedo imaginar de mil formas, siempre con todas las ganas, como un alivio. Pero tenemos que esperar que todo esto pase. En mi opinión personal hasta que no salga una vacuna no creo que podamos volver al club. Creo que con esta experiencia que estamos viviendo uno aprende a valorar aun más las cosas y recapacita de lo afortunados que somos de formar parte del Club Obras, de poder tener educación, casa, comida y hacer lo que nos gusta, jugar al básquet», afirmó la reclutada en 2018, quien además cursa sus estudios secundarios en el Instituto Obras.
En este tiempo, Núñez se volvió una gran parte de su vida, así como lo es también el básquet desde hace muchos años. Desprenderse de eso, aunque sea por un período limitado, pero del cual no se conoce fecha final, no es fácil para nadie: «Extrañarse se extraña todo, pero lo que más me toca es cuando después de los entrenamientos fisicos, lanzamiento, tácticos, se arma el partidito. Onda premini, mini, pero bueno ese es mi momento. También extraño la convivencia con las chicas, el mate, las risas, creo que hacemos un gran equipo adentro y afuera de la cancha», sostuvo.
A pesar de eso, Toledano tiene una actitud completamente positiva y responsable con respecto a la vida y al deporte en sí, y eso la potencia. Sus actividades durante este tiempo de parate lo demuestran: «Estoy compartiendo tiempo con mamá y papá, comparto la oración con ellos, estoy leyendo mucho, ayudo con las tareas domesticas, el jardín y la pileta. También cocino con mis papis, estoy viendo partidos de La Liga, Liga de Desarrollo, Sudamericano del año pasado, para ver qué hago bien y potenciarlo, corregir errores, y estudiar a los rivales»,