Belén Echeverría ocupa un lugar importante dentro de Obras, tanto en las Inferiores como en el Instituto. Es que, además de ser jugadora de Primera y entrenadora del Minibásquet y U13 femenina, se encarga de darle clases de básquet a los sextos y séptimos grados del colegio aurinegro.
La jugadora de 29 años, nacida en Chaco, es la capitana de la categoría Superior. Sin embargo, con humildad y determinación, resalta lo imprescindible que significa ser la líder de su vida, distribuyendo los horarios para cada trabajo y estableciendo objetivos concretos en las actividades que lleva a cabo dentro de la institución.
– ¿Cuántos días de la semana estás en Obras?
– Estoy todos los días porque practico con la Primera, soy Entrenadora del Minibásquet y Profesora de Educación Física. Así que le dedico bastante tiempo al club.
– ¿Cómo te organizás para llevar adelante cada actividad?
– Trato de que no me superponga nada. Pero priorizo mi trabajo como jugadora, que es lo principal. Después, el Minibásquet funciona por la tarde y los entrenamientos con la Primera, por la noche. Y los días que no entreno, tengo el colegio.
– Sos la capitana del equipo, ¿Cómo colaborás con ese rol para pelear por los objetivos propuestos?
– Lo fundamental de la capitanía tiene que ver con los actos. Es un intermediario entre las compañeras y el director técnico. Es la persona que habla y afronta ciertos problemas, de charlar con las jugadoras o el entrenador, manifiesta molestias y felicidades. Hay que demostrar que podemos un poco más y hacerles creer que tenemos ese nivel para llegar a lo más alto.
– Desde tu lado como entrenadora, ¿cuál es tu planificación para que cada una pueda desarrollar cada fundamento y unir cada parte del año?
– Los entrenamientos están divididos por etapas. La primer parte, tanto yo como Pato (Francisco Pirani) y Rossana (Venticinque), le dedicamos a los fundamentos individuales. Después, trabajamos el juego en equipo. En Obras contamos con una hora de práctica para cada categoría, tenemos tres estímulos semanales, que en el femenino es difícil de conseguir. Y eso hace la diferencia.
Ahora que estamos llegando a fin de año, creo que fue muy positivo porque comenzamos con muy pocas chicas. Hoy tenemos la posibilidad de completar en varios partidos, y contamos con una base de catorce jugadores en Mini. Y está bueno, ya que este club les da a ellas la oportunidad de jugar en un equipo importante, además de Seleccionados.
– Como Profesora en el Instituto, ¿de qué manera encarás las clases para motivar a los chicos a realizar el deporte con más frecuencia?
– El objetivo es venir a divertirse. Lo llevo a cabo por medio de juegos, actividades en grupo, y dedicar el compañerismo, el amor a la camiseta y que los padres sientan que se los puede dejar acá tranquilamente. Y que uno venga a entrenar el martes, y tenga ganas de volver el jueves. El Minibásquet tiene que ofrecer muchos juegos porque aprenden de esa manera.
– Las jugadoras de Minibásquet y U13 te tienen como referente. ¿De qué manera las ayudás para que sigan por ese camino?
– Más que verme jugando, le pongo pasión y dedicación a lo que hago. Notan que nunca falto a entrenar y, si sufro de lesiones, los domingos voy a dirigir igual. Me levanto temprano, cuando los partidos de Primera se juegan los sábados a la noche. Termino de dar clases, y ni bien termino me como una manzana, nueces, almendras, mientras me preparo para la práctica. Como jugadores y entrenadores, tenemos que predicar con el ejemplo. El club es mi segunda casa, prácticamente paso todo el día acá.