Santiago Ibarra llegó desde la ciudad bonaerense de Baradero a integrar un campus U13 con la ilusión de aprovechar una oportunidad única en Obras. El entrenador Marcelo Travnik quedó conforme con sus condiciones, fue siguiendo su evolución y le dio un lugar importante con la camiseta aurinegra. Hoy, seis años después, es una de las figuras de los juveniles.
Para el ala pivote, la adaptación de vivir lejos de casa fue bastante dura, sobre todo el primer año. «Pero la verdad que a medida que iba pasando el tiempo me fui acomodando cada vez más a la ciudad y al grupo. Este es mi tercer año en Obras y estoy lo más bien, muy contento», cuenta.
Y sigue: «La convivencia en la casa es muy buena. Me tocaron compañeros que son buenas personas. La verdad que es muy lindo, nos divertimos mucho estando juntos».
Que Baradero quede a apenas dos horas de distancia es una ventaja grande. Mamá Karen (42), papá Federico (45) y su hermano Juan Martín (12) vienen muy seguido a verlo jugar y son un sostén muy importante que lo llena de confianza.
Pero no solo de básquet vive el hombre. Ibarra, que supo jugar con la selección argentina un Sudamericano U17 y el Mundial U18 de 3×3, y a la vez fue campeón argentino y de Capital con Obras en la categoría U15, disfruta mucho sus tiempos libres junto a sus amigos. «La paso muy bien con ellos. Mi hobbie es ese. Y también soy de ver bastante películas. Incluso me gusta mucho ir al cine», dice.
A la hora de proyectar, deja volar su mente y fija sus objetivos. «Como todo chico que está en Obras, mi sueño es jugar la Liga Nacional. Y, si se puede, luego aspirar a un poco más», asegura.
Por lo pronto, su evolución como jugador en los últimos meses es notoria. «Me siento muy bien, estoy mejorando mi físico y en lo deportivo. Desde que llegué a Obras aprendí muchas cosas. Obvio que hay que seguir entrenando y siempre mejorar, pero me estoy sintiendo cómodo», sostiene.
Ibarra utiliza sus 196 centímetros para hacerse dueño de la pintura. Rebotea, lanza de afuera, se faja e incluso puede romper hacia el aro. Es uno de esos jugadores incansables, que no da una pelota por perdida. Su capacidad le ha dado un lugar importante en Obras y él supo como aprovechar esa situación.
Un panorama por la vida de Santiago Ibarra, otro de los buenos valores aurinegros.