Previo al encuentro entre Obras Basket y Lanús por las semifinales de la Liga Nacional Femenina, un ligero repaso de lo que han realizado ambos equipos a lo largo del torneo, y de qué manera buscarán llegar al partido definitivo por el título, este sábado a las 22 en el Templo del Rock.
El elenco dirigido por Ignacio Narvaja alcanzó los Playoffs luego de finalizar en la cima de la Conferencia Norte en la fase regular, con una marca de nueve triunfos y una sóla caída, siendo esta ante Berazategui. En primera instancia de la postemporada, barrieron a Vélez en dos partidos con absoluta claridad, por un acumulado de 48 puntos de diferencia. Lanús también llegó con un récord de 9-1 a postemporada y ganó 2-0 su serie de primera ronda con Quimsa, pero debió sufrir un poco más: el juego uno lo ganó por 11, y el segundo sólo por un tanto.
Sin embargo, las similitudes entre Obras y Lanús residen más allá de tener la misma marca (11-1) y de haber sido los mejores en sus conferencias. Ambos conjuntos comparten una cualidad principal que les permitió llegar hasta estas instancias: la energía que aportan sus suplentes durante el recambio, que permite mantener la regularidad en el juego del equipo, y aporta descanso a sus principales figuras. La banca del Granate es la mejor del certamen, con 30 puntos por encuentro, seguida por la del Aurinegro, que aporta poco más de 25.
Más allá de esta afinidad general, cada equipo tiene su identidad de juego, en la cual no coinciden un poco menos. Obras es un elenco que prioriza la defensa, recupera gran cantidad de balones y no falla en los contraataques. No es casualidad que sean las líderes en recuperos por partido (15), ni tampoco que anoten más de 24 tantos de promedio luego de forzar un error del rival. En las transiciones ofensivas, manejan un ritmo de pases de gran velocidad hasta encontrar a una jugadora en una posición cómoda para lanzar o romper hacia el aro. De 26 conversiones por encuentro, poco menos de 16 provienen de asistencias, rubro en el que han sido inalcanzables a lo largo de la competencia. La máxima carta de gol de las Rockeras es Ariel Edwards, la norteamericana que anotó 196 puntos en 12 partidos (16.3 de media), y se destaca por su altura, velocidad, manejo, y versatilidad anotadora.
Por su parte, las sureñas concentran más su juego en la zona interior de la cancha. Lanús se encuentra segundo tanto en rebotes por cotejo, con 45.5 (Obras está último) como en puntos en la pintura (31 de sus 67). Gran parte de esto se debe a la presencia de Agustina Burani, quien promedia 10.7 tantos y mismo número de tableros al cabo de 12 compromisos. Además, es clave el ingreso de Florencia Llorente desde el banco de suplentes, con 12.7 unidades y 6.1 recobres. Contrario a lo que sucede con Obras, que concentra sus energías en la defensa perimetral, las dirigidas por Laura Cors se especializan en la resistencia cercana al aro, y por ello sobresalen como el equipo con mejor promedio de tapones (3.1), aunque están penúltimas en robos de balón.
Habrá choque de estilos e intensidad en el Templo del Rock, este sábado a las 22, luego del partido entre Unión Florida y Berazategui, en busca de un lugar en la final de la Liga Nacional Femenina. Se vaticina un encuentro parejo, físico y luchado desde los primeros minutos. La clave pasará por la constancia y la precisión en los momentos puntuales.