El Minibásquet de Obras aprovechó el feriado del miércoles para realizar una colorida jornada de 3×3, en los playones de la institución. Los chicos y las chicas de las categorías más tempranas disfrutaron de un torneo integrador y entretenido.
Las formativas rockeras están en la constante búsqueda de actividades que ayuden a mantener el ritmo de juego. El regreso a los encuentros presenciales significó un desafío en el objetivo de generar ideas que capten el interés de los jugadores y las jugadoras. Lógicamente, se siguieron teniendo en cuenta las medidas sanitarias para que se puedan llevar a cabo estas competencias internas en plena época de pandemia.
El feriado del día miércoles fue una oportunidad para que el Minibásquet aurinegro llevara adelante un certamen interno de 3×3. Se trató de una jornada alegre y movida en los playones del club. Además, hubo pistas similares a los que se utilizan en los circuitos de la innovadora modalidad.
“Buscamos que los chicos salieran de lo cotidiano, que pasaran juntos un momento distendido. Necesitaban jugar y pasarla bien”, afirmó Sebastián Rodríguez, el Coordinador del semillero de Núñez. La actividad contó con la presencia del cuerpo técnico (Agustín y Luana Falcone, Ayelén Cortez, Guido Ranalli, Martina Rodríguez Biré, Marinés Veira y el Preparador Físico Facundo Veloso).
LA ORGANIZACIÓN DEL ENCUENTRO DE MINIBÁSQUET
Marinés Veira, quien se sumó al staff de Obras a principios del 2021, explicó cómo surgió la propuesta. “Al no tener competencia, los profesores del Minibásquet tratamos de armar algo para los chicos, respetando todas las reglas y burbujas. Creímos que era una buena oportunidad para entrenar, poder vernos y divertirnos, a pesar de ser feriado”, dijo.
También, detalló el formato del certamen con el fin de que todos y todas pudieran ser protagonistas. “Creamos un torneo con fixture tradicional, en el cual había un promedio de seis equipos por categoría. Se enfrentaban todos contra todos, manteniendo su categoría. Intentamos de darle color poniéndoles tableros y música”, contó Veira.
A su vez, resaltó la intención de los entrenadores rockeros al hacer realidad esta jornada. «Los objetivos siempre son que los chicos aprendan, disfruten de jugar con sus amigos y que les guste venir al club. Verlos contentos a ellos es lo que nos hace bien a los profes. Por suerte, el 3×3 sigue creciendo a pasos agigantados y aprovechamos todo lo bueno de la disciplina», afirmó Marinés.
Por último, señaló el entusiasmo de los chicos y las chicas del Minibásquet de Obras por haber participado de un torneo que reuniera competencia y diversión a la vez. «En lo personal lo vi bárbaro. Son jornadas en la que los profesores podemos disfrutar con ellos desde otro lado. Jugar más, crear y solidificar el vínculo con el alumno, es algo que necesitaba al ser mi primer año en el club. Creo que todos vivimos una mañana con mucha alegría y básquet. Como siempre decimos y comulgamos, el Mini es amistad pero nosotros le agregamos una cuota de rock», manifestó Marinés Veira.