Ayer se llevó a cabo la segunda jornada de mosquitos del 2018, en el Miniestadio de Obras. El Rockero albergó el encuentro que contaba también con la presencia de Las Heras, Cooperativa Tortuguitas y Harrods. El modo de juego era de 3×3.
El torneo arrancó a las 10 y finalizó a las 13, ya que los cuatro equipos jugaron todos contra todos. Como los jugadores pertenecían a la categoría del Minibásquet, la competencia pasó a un segundo plano, por lo tanto no hubo resultdos finales. El objetivo es despertar el interés y disfrute por este deporte, lo cual es fundamental en su etapa.
«Lo bueno del encuentro es que todos tienen la misma edad. Entonces, los fundamentos no los tienen adquiridos todavía, les falta desarrollo. Al estar con otros chicos, es más fácil que crezcan en su juego y se puedan divertir. Es su espacio, así que siempre es positivo», dijo Agustín Diz Ríos, entrenador del Minibásquet aurinegro.
Luego de los partidos, se realizó un tercer tiempo con el fin de fomentar la convivencia entre los participantes del certamen. De hecho, Rocky dijo presente para incrementar la diversión de los chicos. Finalmente, se sacó una foto que integró a todos los equipos del encuentro, junto con la mascota de Obras Basket.
EL CRECIMIENTO DEL MINIBÁSQUET EN OBRAS
En base a aprendizajes, entretenimiento y compañerismo, el minibásquet aurinegro atravesó el primer semestre del año con sus metas cumplidas, y espera continuar con el mismo ritmo de entrenamiento durante los próximos meses, previo al cierre del año deportivo. En la rama masculina, Nicolás Antonioli es uno de los integrantes del proyecto de formación de Obras Basket, en la categoría de los más pequeños del club. Antonioli contó qué mejoras notó en sus alumnos durante los primeros meses del 2018, y anticipó cuáles son los objetivos y las competencias que tendrán hasta diciembre.
-¿Cómo te sentiste en este primer semestre trabajando en el minibásquet de Obras?
Me sentí muy bien. Adaptándome al día a día en el club, conociendo gente nueva pero la realidad es que me hacen sentir como en casa. Me siento muy a gusto. Se vive el básquet con gran intensidad y eso es espectacular.
-¿Cómo encontraste a los grupos y en qué crees que se ha mejorado en estos primeros meses del año?
En cuanto a los grupos, me encontré con una gran cantidad de chicos que practican el deporte. Están con muchas ganas y siempre bien predispuestos. En estos primeros meses nos enfocamos y trabajamos en que los chicos se sientan cómodos y se diviertan mediante juegos lúdicos y divertidos, pasando luego a la técnica-táctica individual, donde también les enseñamos a pensar. Inculcamos mucho la disciplina mediante el ejemplo.
-¿Qué competencias tendrán en esta segunda parte del año?
Tenemos un segundo semestre con mucha actividad. Aparte de la competencia tradicional de los días sábados, tanto de la tira Norte como en la Centro, nos hemos anotado en los encuentros de “mosquitos”, los cuales son a puro disfrute, y también en el “súpermini”, que significa una gran motivación para los chicos, debido a que es realmente competitivo. En ese torneo cambian algunas reglas, como el doble y falta y el tiro de tres puntos, para el cual se acercan las líneas, entre otros cambios. Notamos que los chicos en esta competencia dan ese plus que tanto buscamos. Estamos entrenando con muchas ganas y con calidad en cada una de las prácticas, buscando la perfección en los movimientos y detalles en los fundamentos, y teniendo en cuenta la categoría a trabajar.
-¿Qué objetivos se proponen de cara al siguiente semestre con el minibásquet?
Nuestros objetivos en el minibasquet son claros: formar jugadores de básquet, con sentido de pertenencia, y sobre todo, personas con grandes valores. Luego, otra meta es seguir aumentando la cantidad de jugadores para agrandar la base de esta gran pirámide. Vamos por buen camino.