Tras vencer a Boca en doble tiempo suplementario el lunes pasado, Obras Basket concluyó segundo en el Grupo C del torneo Súper 20, con récord de cinco victorias y tres derrotas, y deberá medirse con Argentino de Junín en los octavos de final, en una serie al mejor de tres partidos, en la que el aurinegro tendrá ventaja de localía (los dos últimos juegos serán en El Templo del Rock).
Pese a haber terminado en una gran ubicación, la fase regular no comenzó nada bien para el rockero: derrota en cancha de Boca, deslucida actuación colectiva y lesión de Pedro Barral, quien tardó tres semanas en recuperarse de un desgarro. En el encuentro siguiente, ante Ferro en Caballito, apareció la garra del equipo, para llevarse un partido muy parejo sobre el final. La aparición del juvenil Juan Pablo Venegas fue uno de los puntos positivos de aquel cotejo.
Sin embargo, lo que vino a continuación fue un nuevo tropezón. En Boedo, Obras padeció a San Lorenzo, que marcó la diferencia en base a su talento y poder de recambio. Un nuevo alivio llegó más adelante, al vencer otra vez a Ferro en el debut como local.
Más adelante, la irregularidad del conjunto de Núñez quedó aún más expuesta. Primero, la derrota con Hispano, equipo que no había ganado aún en la competencia, en El Templo del Rock y en tiempo suplementario, tras haber liderado por 17 unidades. Cuatro días después, la victoria frente a San Lorenzo, que permanecía como único invicto del Súper 20. Las dos caras de un equipo joven, dinámico y luchador, que se fortaleció tras una fuerte caída en casa.
Un triunfo categórico en Río Gallegos fue la revancha de Obras de aquel duelo perdido en casa, en el que Maurice Kemp había consiguió su máxima anotadora como profesional, con 43 puntos. La identidad colectiva del aurinegro renació tras aquella caída, algo que quedó demostrado en el último partido frente a Boca, que significó una gran prueba para los rockeros. Distinto a lo que sucedió el Súper 20 anterior, Obras venció al Xeneize, evadió la reclasificación con Hispano, y se clasificó a octavos como segundo.
Aunque el camino estuvo repleto de obstáculos, el final de la fase de grupos deja como conclusión que el desarrollo y crecimiento del equipo es un hecho. Sin dudas, la gran falencia demostrada por Obras en estos ocho encuentros es su inconsistencia. Así lo piensa su capitán, Pedro Barral. «Tenemos que ir en busca de la regularidad, crecer día a día, escucharnos y aprender de cada partido que jugamos. Ese es nuestro objetivo. Aún así, veo bien al equipo, con margen de mejora, lo que es sumamente positivo», comentó Pepo.
Dentro de todo lo positivo que hay que destacar, además de la recuperación final, está la solidez encontrada en una zona que fue muy vulnerable para el aurinegro la campaña pasada: el poste bajo. La dupla interna conformada por Kemp y Eric Anderson es probablemente una de las más eficaces en la Liga, tanto en ataque como en defensa. La química entre los dos norteamericanos le da confianza a un equipo con mucha juventud, y todavía con cierta inexperiencia. «Eric es un jugador muy inteligente, es fácil entenderse con él», dijo Kemp. «La clave es comunicarnos y entender lo que cada uno puede dar en ambos lados de la cancha. A medida que pasa el tiempo, nos conocemos mejor», expresó. Entre ambos, acumulan una media de 36.8 puntos, 15.5 rebotes y 2.5 bloqueos por juego.
Una vez finalizadas las series de reclasificación, Obras deberá medirse con Argentino, comenzando la eliminatoria en Junín. «Tenemos que tomarnos cada partido como una final», confesó Barral, quien ya piensa en su próximo rival. «Se nos presenta una linda oportunidad que no queremos dejar pasar. La serie va a ser dura, tenemos que estar concentrados y bien enfocados para lo que viene», concluyó el capitán aurinegro.
