La serie entre Obras Basket y San Lorenzo asoma como una de las más atractivas de los cuartos de final de la Liga Nacional. Más allá de posiciones en la tabla y récords de partidos ganados y perdidos, el enfrentamiento presenta una paridad que se desprende de la irregularidad que mostraron ambos equipos a lo largo de los 56 juegos de la fase regular. Todo puede pasar.
La imagen colectiva del conjunto de Julio Lamas ha presentado altibajos recurrentes. Al principio de la temporada marcó diferencia con el resto de los rivales, pero las lesiones de cuatro de sus titulares (Walter Herrmann, Fernando Martina, Nicolás Aguirre y Marcos Mata) lo fueron acomodando en un torneo realmente parejo. Tal es así que en diciembre no pudo conseguir su lugar para disputar el Súper 4.
San Lorenzo también cambió varios extranjeros con el correr de las fechas. El único sobreviviente desde el arranque es Roquez Johnson, mientras que Courtney Fells, un perimetral brillante, se fue prematuramente seducido por una oferta del Bologna de Italia. Pasaron por el equipo Tautvydas Lydeka, Xavier Silas, Josh Powell, Troy Bell y Mickel Gladness. Además de Johnson, hoy cuenta con Marcus Elliot y Mathew Bryan Amaning, este último recién llegado y de buenos partidos.
Mientras espera por la recuperación del “Penca” Aguirre, quien no entrena desde hace más de quince días, San Lorenzo cuida a Walter Herrmann, el líder y la carta ganadora que tendrá en estos playoffs. Más allá de algunos dolores sistemáticos, el campeón olímpico en Atenas 2004 jugó 52 de los 56 partidos y es el goleador del equipo con un promedio de 17.5 puntos por juego.
“La realidad es que no hubiésemos elegido a Obras para jugar playoffs. Lo que sucede es que esto no se decidió por sorteo, te toca jugar con el que te ganaste a lo largo de la temporada regular y nosotros no hicimos el mérito para quedar segundos o terceros. El cruce será exigente y difícil. Hasta ahora jugamos cuatro veces y nos ganaron en tres ocasiones. Además, es un equipo que estuvo en las últimas dos ediciones del Súper 4 y encima fue número uno de la fase regular en la temporada pasada. También es cierto que el nivel de San Lorenzo y Obras ha sido muy parejo durante toda la temporada”, comentó Lamas en Reloj de 24 Radio.
“Si medimos el cuarto puesto en la Conferencia Sur, no se festeja pero tampoco está mal. El récord es producto de haber tenido momentos irregulares, con partidos buenos, discretos y malos. Igual, nuestro juego de conjunto no está bien. No afirmamos ninguna línea de juego estable durante toda la temporada. Debemos mejorar un poco en todos los aspectos antes de los playoffs. Además, hace rato que no estamos jugando con el equipo completo y deberíamos tener a todos sanos para enfrentar a Obras”, agregó.
En Obras, también ha sido un presente irregular pero se confía en revertir la situación de cara a la postemporada. El equipo se apoyó mucho en el trabajo de Dennis Horner y sufrió cuando el ala-pivote estuvo fuera por lesión. En general, demostró ser temible cuando estuvo derecho en ataque pero con algunos problemas en el juego sin balón. De todas maneras, algunas buenas actuaciones durante la primera fase lo llevaron a meterse en la final del Súper 4, instancia en la que cayó ante Gimnasia Indalo en el Templo del Rock.
Los altibajos dominaron al aurinegro, sobre todo a partir de finales de enero. En ese momento arrastraba un récord de 18 triunfos y nueve derrotas, pero de los últimos 29 juegos pudo ganar apenas 10. La lesión de rodilla de Horner (goleador, con 16.5, y máximo rebotero, con 7.4) a mediados de febrero fue un golpe importante para la estructura, que vio como Lorrenzo Wade hacía las valijas para que Chris Warren, especialista defensivo, tomara su lugar.
Aunque quede un poco lejos en el tiempo, lo positivo para Obras es que en tres de las cuatro ocasiones que le tocó enfrentar a San Lorenzo mostró lo mejor de sí. El 4 de noviembre fue victoria por 97-90, el 16 de ese mes lo ganó por 92-86 y el 6 de diciembre fue triunfo por 92-87. Los de Lamas se quedaron con el último por 86-78, el 11 de abril.
“Durante el año tuvimos partidos entre sí donde a ellos le faltaron jugadores y después no. Tenemos que hacer el juego que nos llevó a ser superiores. Hay que tratar de correr la cancha la mayor cantidad de veces posible y no llevarlos tanto al cinco contra cinco, que es donde se sienten más cómodos. También hay que controlar a Herrmann en determinados momentos importantes del partido, en los que toma tiros y carga con la ofensiva del equipo. Me parece que en aquellas oportunidades lo incomodamos bien. La cosa después se va a definir según como esté el equipo en general. Somos equipos parejos, los dos nos podemos hacer daño. Estamos con mucha confianza”, señaló Bruno Fitipaldo.
“Esperábamos terminar mejor colocados en la fase regular, pero eso ya pasó, no nos podemos quedar pensando en eso. Lo importante es que el rival es San Lorenzo y hay que ganar tres partidos. Hay que dejar atrás las rachas negativas y positivas que tuvimos y enfocarnos en el objetivo”, cerró el base.
Un dato más: Obras es el segundo mejor equipo anotador de la Liga con 83.4 puntos de promedio, pero a la vez es el que más recibe, con 84.1. En el rubro defensivo, San Lorenzo figura décimo, permitiendo 79.7 puntos por partido.
Las cartas están echadas. A partir del próximo viernes en la cancha de Ferro, Obras Basket y San Lorenzo buscarán un lugar en las semifinales de la Liga Nacional.