Los sueños de muchos se hicieron realidad un 14 de enero de 1994. No fue una noche más. Magic Johnson visitaba El Templo del Rock, sonreía y entregaba lo mejor de su básquet. Sin dudas, para los afortunados que pudieron vivirlo, un show de magia.
En el estadio de Obras, como mandaba la época, no entraba más nadie. Largas filas se extendieron ese día en Avenida del Libertador (muchas personas no pudieron ingresar), para entregar toda la atención al showman de la NBA. Y Magic, como de costumbre, no le falló a la afición.
El equipo de la súper estrella se midió ante Miguel Cortijo, Jorge Racca, Gabriel Cocha, Cristian Aragona y Sebastián Uranga, entre otros que completaron el mix de jugadores de Boca y Ferro. En el banco, León Najnudel. En la cancha, la magia.
¿El resultado? Lo de menos. 175 a 121 ganó el equipo de Magic, que la dejo, una vez más, chiquita. Anotó 59 puntos y repartió 9 asistencias en una noche mágica.
EL RECORRIDO DE MAGIC JOHNSON ABARCÓ EL INTERIOR DEL PAÍS
Capital Federal fue uno de los cuatro puntos en los que Magic Johnson llevó su carisma. Visitó Córdoba, Bahía Blanca y Rosario. Este último, punto de encuentro para dos leyendas del deporte: el protagonista en cuestión y Diego Armando Maradora. Dos potencias se infundieron en un abrazo ese día y quedó inmortalizado en una de las fotografías más icónicas del deporte mundial.