Obras Basket hizo efectivo el regreso de Tomás Cocha y Francisco Barbotti al equipo de Liga Nacional, una vez finalizada su etapa en Villa Mitre, donde jugaron a préstamo la temporada pasada, en búsqueda de regularidad y experiencia. Ambos jugadores, pertenecientes a la categoría ’98, se reencontraron con Luca Valussi, quien sí formó parte de la campaña anterior con el aurinegro.
En el plantel que comanda Gregorio Martínez, el rol de esta terna es claro: aportar frescura, ganar roce, y continuar desarrollando las grandes cualidades que demostraron en las inferiores del club, y que los llevaron a donde están ahora. Lautaro Berra, quien se rompió los ligamentos cruzados anteriores de su rodilla izquierda durante la pretemporada, tenía objetivos semejantes para esta campaña. Ellos cuatro son los únicos jugadores de 20 años que tiene Obras actualmente, recordados por el título que obtuvieron en 2015 como juveniles, junto a Fernando Zurbriggen.
Entre los nacidos en 1998, Luca Valussi fue quien más minutos sumó durante la fase regular del Súper 20. El alero chaqueño vio acción en siete de los ocho encuentros de Obras, y titularizó en cuatro de ellos. Aunque es conocido por su gran efectividad en tiros de tres puntos, habilidad que afianzó durante el certamen pasado, su eficacia no fue su principal aporte en esta oportunidad. Sin embargo, Valussi mejoró notablemente su físico durante el receso, lo que lo ayudó a convertirse en un jugador más fiable en defensa, y capaz de buscar otras opciones en ofensiva además del tiro externo. Su buena participación en La Liga 3×3, lo ayudó a ganar confianza a la hora de atacar el aro, e intensidad para jugar el uno contra uno. Aunque no demostró toda su calidad en esta etapa del Súper 20, Luca es un jugador que tiene muchas herramientas para seguir creciendo mientras contribuye al plan de juego de Martínez.
Con cinco apariciones en la competencia, dos de ellas como inicial, Tomás Cocha volvió a demostrar su talento para generar desequilibrio en la defensa rival, a través de sus fintas, amagues y lanzamiento externo. El escolta, formado enteramente en Obras Basket, desde premini, tuvo dificultades para encontrar regularidad en las oportunidades que se le presentaron. Aún así, le alcanzó para demostrar las algunas cualidades que lo caracterizan: los gestos técnicos, el conocimiento del juego y su buena intuición. En su tiempo en Villa Mitre, Cocha obtuvo roce, carácter y protagonismo. En este nuevo desafío como aurinegro, debe adaptarse a un rol menor, en el que también puede generar impacto, debido a sus capacidades individuales.
Francisco Barbotti también retornó de Villa Mitre con nuevas experiencias y aprendizajes. El ala-pivote chaqueño mejoró su juego perimetral y su tiro a distancia, al mismo tiempo que se fortaleció mentalmente y ganó confianza. Al igual que Cocha, su rol bajó considerablemente, más aún por el altísimo nivel que demostraron los internos aurinegros con más minutos en la rotación del entrenador. Sin embargo, tuvo momentos en los que debió enfrentarse a jugadores afianzados en la Liga, y siempre estuvo a la altura. Barbotti es un jugador que siempre está dispuesto a dar una mano, sea con una cortina o una ayuda defensiva. Además, su vitalidad y fuerza suman al equipo cuando está en cancha.
Aún con funciones limitadas dentro del equipo, por sus escasos minutos de participación, los tres veinteañeros de Obras son capaces de adquirir nuevos conocimientos y ganar madurez en cada oportunidad que reciben. Pese a su juventud, ya tienen importantes experiencias dentro del básquet profesional, además de la buena formación recibida en el club y el talento que poco a poco han ido desarrollado. Para Valussi, Cocha y Barbotti, todavía existe un gran margen de crecimiento.