El verano es una estación de riesgo para practicar el deporte. Para poder llevar adelante cualquier tipo de actividad física, se debe hacer foco en diversos factores que mantengan el cuerpo en un estado óptimo.
Para ello, la nutricionista de Obras Basket, Gabriela Parentini, explicó qué medidas se deben tomar cuando un atleta se encuentra activo. Además, destacó la importancia de la hidratación y de qué forma se debe adaptar el cuerpo en el cambio de estación.
¿Cuáles son tus recomendaciones para practicar deporte en esta estación del año?
– La recomendación para cualquier persona que realice una actividad física, es que debe contemplar, principalmente, la correcta hidratación. Es decir que debe procurarse la ingesta de líquidos, antes durante y después de la actividad, sobre todo los días de mucho calor y humedad.
También recomendaría que elija alimentos con alto contenido de agua, como frutas y verduras como base de sus comidas diarias.
Por último, la actividad debe realizarse en los horarios más frescos del día, por la mañana temprano o a la caída del sol y con ropa holgada, de secado rápido, sin abrigarse en exceso ni utilizar prendas o fajas de nylon o plásticas “para transpirar más y bajar de peso”. Sólo se logra transpirar más, lo que desencadena en mayor pérdida de líquido y riesgo de deshidratación.
¿Qué papel juega la hidratación? ¿Con qué frecuencia debe el deportista hidratarse?
– Estar hidratado adecuadamente durante el ejercicio es esencial para ayudar a sentirte bien y tener tu mejor rendimiento físico y mental. Sólo un pequeño cambio en el peso corporal, debido a la pérdida de fluidos por el sudor, puede provocar una lesión durante el ejercicio.
Hay una variedad de opciones de bebidas para elegir qué beber antes, durante y después del ejercicio. Se puede escoger agua, aguas saborizadas con o sin azucares, bebidas deportivas o jugos de futas naturales o artificiales, dependiendo del gusto del atleta.
Es necesario reponer la cantidad que líquidos que perdemos. Eso, puede ser calculado con el peso antes y después del ejercicio; o, si esto no es posible, asegurarse un consumo de 150 – 200 ml de bebida cada 10 a 15 minutos de entrenamiento aproximadamente.
¿Hay alimentos que sean acordes o convenientes para el verano? ¿Cuáles? ¿Por qué?
– Como dije anteriormente, deberíamos elegir alimentos con mayor contenido de agua en su composición, como las frutas y verduras. Son alimentos frescos, los podemos consumir crudos. En cambio, si elegimos cocinarlos, son de rápida elaboración y aportan una gran cantidad de vitaminas y minerales. Por ejemplo: Vitamina C y E; que actúan como antioxidantes y potasio, mineral que perdemos con el sudor.
Los lácteos descremados como leche o yogurt también son una opción fresca y con alto contenido en agua para desayunos o meriendas.
Sumado a esto, como siempre, recomendamos consumir carnes magras, cereales integrales, sumar frutas secas, legumbres y semillas para cubrir todas las recomendaciones de micro y macro nutrientes.
¿Cómo debe efectuarse la transición alimenticia entre estación y estación para conseguir una mejor adaptación del cuerpo a las temperaturas?
– Según la época del año existe una tendencia en elegir distintos alimentos o productos, dado mayoritariamente por la disponibilidad de ciertos vegetales o frutas. En el verano la variedad de frutas es mayor e invita a consumirlas frescas, así como en el invierno preferimos comidas más elaboradas que nos dan la sensación de que aportan más calorías y, por lo tanto, más calor.
Es beneficioso por partida doble aprovechar los alimentos de estación ya que, además de aportar variedad a la dieta, vamos a ahorrar dinero porque generalmente son más económicos.
