Es momento de balance para la primera A de Obras Basket. Para el aurinegro, con la búsqueda clara de darle rodaje a jugadores de las formativas del club en la categoría, quedó atrás la caída ante Caza y Pesca en playoffs de la Copa Metropolitana. Su entrenador, Guido Fabbris, quedó muy conforme con el trabajo de los chicos.
-¿Qué análisis hacés de la participación del equipo en el torneo?
-La experiencia fue muy positiva. La primera fase la hicimos con muchos juveniles y algunos Sub 23. Fue muy bueno, tuvimos buenos resultados. Les sirvió el rodaje que da la competencia. Así logramos clasificar a la Copa Metropolitana. Y después, con el comienzo de la pretemporada del equipo de Liga Nacional, la totalidad de los juveniles participaron de los entrenamientos y tuvieron un papel importante. Incluso ahora hay entre cinco y seis chicos trabajando con los profesionales. Por eso, el plantel de primera cambió y pasaron a jugar varios cadetes. Rescato que muchos de ellos han estado 20 o 25 minutos en cancha en partidos de alto nivel como se dan en esta categoría. Eso favoreció mucho el desarrollo. Si bien los resultados no fueron los mejores en cuanto al marcador, la experiencia sumó un montón para ellos.
-¿Se hace un trabajo distinto con los cadetes, teniendo en cuenta que los juveniles tienen más roce con los profesionales?
-Todos los chicos tienen que trabajar muchísimo para llegar al profesionalismo. Que ahora sean parte del plantel no significa que sean profesionales. Acá la idea es que el laburo diario los tiene que llevar a ese objetivo. Y en cuanto a los cadetes, el planteo fue que lo que nos iba a servir por sobre todas las cosas era el roce en competencia, donde te encontrás con jugadores mayores que tienen un amplio recorrido. Todo para ir dando pasos hacia adelante y mejorar en lo individual y en lo colectivo. Cada uno tiene que continuar progresando.
-¿Cómo se los convence a los chicos de que la prioridad es la evolución y no el resultado?
-Cuando arrancó el torneo el mensaje fue claro, incluso con los juveniles y Sub 23. Lo importante era ver que hacíamos nosotros dentro de la cancha y que cada uno lograra mejorar un aspecto de su juego. Era una charla constante al principio de cada juego. Podíamos jugar bien incluso perdiendo por 30 puntos. Tengo recuerdos de ese tipo de partidos.
-¿Qué aspectos viste que mejoraron?
-Muchas cosas. Individualmente, a algunos jugadores los corrimos de puesto. Hay chicos que jugaban de interiores y ahora lo están empezando a hacer de frente al aro. Al participar en primera tenés que dar muchas consignas tácticas que antes no hacían falta o no se dan en cadetes. Son cosas que quizás un equipo U17 o U19 no te las plantea. Esas cosas favorecen a la madurez y el conocimiento táctico. La primera permite resolver situaciones más complejas que no se presentan en inferiores.
-¿La idea es seguir con este proyecto el año que viene?
-Año a año hay que analizar cuales son los pasos a seguir. Hubo cosas positivas y negativas. Habrá que poner todo en la balanza, sentarnos todos los entrenadores del club y ver que es lo mejor.
