En el marco del Encuentro de Minibásquetbol, y como parte de su programa social ‘Obras en Obras’, el equipo aurinegro organizó una mañana distinta en el Templo del Rock, con una acción que vinculó a los más chicos con el plantel profesional. 130 minis del Club Unión Oncativo (Córdoba), Atlético 9 de Julio (Buenos Aires) y, por supuesto, de Obras Basket, compartieron un rato con Marcos Delía, Juan Gutiérrez y compañía y disfrutaron de una experiencia que jamás olvidarán.
Luego de un fin de semana cargado de básquetbol, actividades y amistad y antes de la partida de los clubes visitantes, todos los chicos pudieron estar por un ratito a la par de los profesionales. Tras el entrenamiento matutino, el entrenador Julio Lamas les dio la bienvenida para después comenzar a jugar y divertirse con los más grandes.
Para empezar hubo distintas estaciones de lanzamientos y luego largaron los mini partidos. Delía, Bruno Fitipaldo, Mauricio Aguiar y Diego Guaita y Pedro Barral, Tomás Zanzottera, Iván Basualdo y Patricio Tabárez se dividieron en dos equipos para “enfrentar” a los chicos. Los padres que acompañaron desde la tribuna pudieron registrar el momento y la pasaron tan bien como sus hijos. Para el final quedaron las fotos grupales y la firma de autógrafos. Todos quisieron llevarse algún recuerdo.
Para Gustavo Avellaneda, entrenador del Minibásquebol aurinegro, esto fue “una experiencia espectacular. Fue un fin de semana duro de trabajo pero de muchas satisfacciones y alegría. El cansancio con el que se termina ni se compara con la sonrisa de los chicos y con el momento compartido con los jugadores profesionales, quienes se sacaron por un rato la presión e hicieron divertir y disfrutar. Eso es hermoso, es algo que no se van a olvidar nunca”.
Esto fue toda una novedad para los clubes que visitaron Obras, una serie de sensaciones especiales que no están acostumbrados a vivir. Emanuel Alonso, responsable y entrenador de la delegación de Oncativo, explicó que “esto es bárbaro para los chicos. Hace 13 años que hacemos este viaje y ahora tuvimos la posibilidad de compartir cosas con un club como Obras, que respira básquet. Esto y lo que pasó durante todo el fin de semana es altamente positivo. Los chicos vuelven muy motivados a la ciudad y con muchas ganas de seguir jugando. Nosotros no tenemos un plantel profesional en el club. El hecho de compartir un momento, jugar y tirar al aro con Delía o Pipa Gutiérrez, por poner ejemplos, no se lo olvidan más. Son jugadores que ven por la televisión. Por todo esto, siempre buscamos un club que esté lo más alto posible”.
También está la mirada de los jugadores, quienes retrocedieron imaginariamente por un instante a sus inicios y se llenaron de recuerdos. “A nosotros nos hace acordar cuando teníamos esa edad, de cómo disfrutamos de los eventos, de los viajes y de lo bien que la pasábamos con nuestros amigos y chicos de otros lugares. Esto es muy bueno para todos. Son cosas que te marcan, entonces nosotros tenemos que tratar de hacer que ellos disfruten de estos eventos”, aseguró. Al interno se lo ve especialmente contento cuando participa de estas acciones. “Me llevo muy bien con los chicos, me gustan este tipo de encuentros. De chico disfrutaba mucho cuando el profesional se acercaba. Por más que sean chicos se dan cuenta si te involucrás o sos indiferente”, dijo.
Delía, que fue un imán para las fotos y los autógrafos, reconoció que “es lindo compartir esto con los chicos y quizás poder ayudarlos. Para ellos es una motivación. Todo esto se disfruta. Cuando empecé tuve la oportunidad de tener cosas parecidas. Es una emoción porque estás pensando que llegue el momento para estar con los jugadores”.
Todo formó parte de una jornada que terminó siendo muy especial, tanto para los chicos como para los más grandes.
FUENTE: Emilio Hamilton para Prensa Obras Basket